martes, 9 de diciembre de 2014

Un abrazo hasta los huesos.

   Si camino hacia ti tal vez te alejes como si fueras esa sombra nuestra que nunca podemos alcanzar, por eso ahora que tengo la consigna prefiero mirarte desde lejos, desde una distancia prudencial, observarte como si fueras la primera persona que hubiera visto en mi vida.
   También quisiera mirarte a través del sistema braille, usando las yemas de los dedos tan solo, descifrarte usando además todos los sentidos que no fueran la vista, como el ciego que es capaz de ver profundamente a través del tacto, así te miraría hasta que te volvieras aburrido y cansino.  ¿Podría eso suceder?
   Y decía el coronel Buendia que los huesos se le llenaban de espuma cuando veía a Remedios la Bella, pero yo me he convertido en abrazo y te abrazo, no ya la piel, ni los músculos o las arterias. , me abrazo a tu esqueleto con la esperanza de que mi calor te cale hasta los huesos.

viernes, 31 de octubre de 2014

TE COMERÍA A VERSOS.



   Allá por los años 80 cantaban Golpes Bajos aquello de " malos tiempos para la lírica".
Es cierto que la poesía ha desaparecido tristemente de nuestras vidas. Para muchos los versos han pasado a ser una cosa superflua, arcaica y hasta cursi, algo sin lo que se puede vivir perfectamente. No es el pensamiento de Boamistura un colectivo de artistas urbanos que han tenido la gran sensibilidad de rescatar los versos de donde dormían para plasmarlos con unos sprays de tinta blanca en los pasos de peatones. Se trata de pintar unos micropoemas en los pasos de cebra con la intención de humanizar las tan descarnadas ciudades, traer de vuelta esas palabras encadenadas unas a otras y que nos produzcan una emoción, un sentimiento, que nos hagan evocar un momento único.

   Mi más sentido bésame.

   Me sentía astronauta en tus lunares.

    Son algunos de los pequeños poemas que se pueden leer en el asfalto.
   Puede ser que no nos guste descifrar versos pero hay que reconocer que la poesía es la vida misma impresa en palabras fantásticas y expresamente buscadas para contar el amor, todo tipo de amores el no correspondido, el fugaz amor eterno, el maravilloso amor de verano.  La poesía también nos  habla del brío de la salud y de la triste debilidad que provoca la enfermedad. La poesía para describir los días luminosos y los días oscuros de tormentas interiores. Y el verso que nos deja ebrios con reales borracheras llenas de palabras ininteligibles o con la sensatez de nuestro discurso del lunes por la mañana.
   Decía Pablo Neruda que la poesía era del que la necesitaba y así es, muchas veces echamos mano de los lamentos o de la algarabía del poeta. Casi sin darnos cuenta utilizamos su producción y expresamos con sus palabras nuestro sentimiento, por esto es por lo que la poesía sigue siendo tan necesaria, porque tal vez nos cuenta a nosotros mismos lo que estamos viviendo, lo que estamos experimentando. De una manera certera, como el que da en una diana, el lírico escoge la palabra justa que describe magistralmente nuestra emoción.
   Bécquer ha sido uno de los poetas españoles más leídos. Contaba a través de sus famosas rimas lo que era la poesía y su importancia. Él como pocos nos explicó y nos hizo ver lo  necesaria  que era esa palabra, inolvidable es esa rima fantástica ...¿Qué es poesía? y tú me lo preguntas... poesía eres tú. Pero es en su Rima IV, totalmente actual y que explica perfectamente el espíritu de los artistas de Boamistura es en donde el poeta nos convence:

                           Podrá no haber poetas pero siempre
                           habrá poesía.
                           Mientras las ondas de la luz al beso
                           palpiten encendidas
                           mientras el sol las desgarradas nubes
                           de fuego y oro vista.
                           Mientras el aire en su regazo lleve
                           perfumes y armonías
                           mientras haya en el mundo primavera          
                           ¡habrá poesía!
                           Mientras la ciencia a descubrir no alcance
                           las fuentes de la vida
                           y en el mar o en el cielo haya un abismo
                           que al cálculo resista.
                           Mientras la humanidad siempre avanzando
                           no sepa a donde camina
                           mientras haya un misterio para el hombre
                           ¡habrá poesía!
                           Mientras sintamos que se alegra el alma
                           sin que los labios rían
                           mientras se llore sin que el llanto acuda
                           a nublar la pupila.
                           Mientras el corazón y la cabeza
                          batallando prosigan
                          mientras haya esperanzas y recuerdos
                          ¡habrá poesía!
                          Mientras haya unos ojos que reflejen
                          los ojos que los miran
                          mientras respondan los labios suspirando
                          a los labios que suspiran.
                          Mientras sentirse puedan en un beso
                          dos almas confundidas
                          mientras exista una mujer hermosa
                          ¡habrá poesía!                   
  La pregunta que me hago ahora es cual sería mi verso favorito, el que escogería para adornar ese paso de peatones. Creo que aprovechando que en estos días el magnífico trovador y poeta Joan Manuel Serrat cumple 50 años en mundo de la canción, le "robaría" uno de sus versos, el que siempre me ha fascinado ...y por fría que sea mi noche triste, no echo al fuego ni uno solo de los besos que me diste. 
¿ Y dime, cuáles serían tus versos?




















  

martes, 30 de septiembre de 2014

Arenas movedizas

   El otro día leí en un artículo del País que estábamos en la "era del individuo" que cada uno de nosotros era  su propia marca, los directores de YO S.L  Por lo visto ahora hay un personaje al que se le denomina con un término anglosajón, de donde vienen todos estos inventos, personal branding, ya hemos dejado atrás al coaching, y este individuo se encarga de que te posiciones, es decir que busques tus diferencias, tus dones, lo mejor que sabes hacer con el fin de que triunfes en la vida, ya sea en un trabajo, con tus amistades o en el mundo de las emociones y sentimientos. Todas estas especialidades que buscaremos en nuestro interior deben traducirse en felicidad personal y buenos ingresos.
   Es curioso que me haya llegado esta información precisamente en un momento en que estaba con unos amigos, cerveza en mano, divagando sobre lo humano y lo divino y habíamos llegado a la conclusión de que no transitábamos precisamente en la era del individuo fantástico del que hablan los personal branding estos, sino en la "era de las arenas movedizas". 
   Ahora que tenemos a tanta gente alrededor que no tiene un trabajo digno, y si tiene algún trabajo no sabe hasta cuando le va a durar, y que vivimos en una inestabilidad constante que se respira en el aire desde hace unos años porque nuestros sistemas económicos y políticos han hecho aguas y nos indican a cada momento que hay que renovar el sistema en general, buscar otras soluciones, otras maneras de gestionar... ahora que hasta sentimentalmente nos sentimos pobres porque las familias, que antes nos hacían de pilares, han cambiado, se han transformado y tal vez no sabemos como encajar esos cambios, y el amor que parecía que iba a ser algo inalterable, el sentimiento noble que perduraría a través de los tiempos parece que tiene ahora otra consistencia, mucho más frágil porque los compromisos son efímeros, en muchas ocasiones son compromisos de hojalata, de usar y tirar, de los que si me va mal a la primera de cambio, me doy de baja y ya está... el individuo vive entre arenas movedizas.    
   Hay una imagen que se ha quedado en mi cabeza a lo largo de muchos años. Es la imagen de las películas de aventuras que ponían los sábados por la tarde en la tele.  Esa película que veías siempre, porque tal vez no había otra cosa que ver, quizá por eso los que tuvimos la ocasión de estar sentados en esos momentos delante del televisor nos acordamos tanto de esas historias. Pues yo recuerdo una expedición por la selva de aquellos valientes aventureros que iban apartando ramas gigantes, todos caminando en fila india, avanzando con cara de miedo sin saber que se iban a encontrar en el siguiente paso... y siempre aparecían  las arenas movedizas. De repente el valiente que encabezaba la expedición daba un mal paso y ¡zas! quedaba atrapado entre aquellas tierras que parecían que estaban vivas. Los demás se paraban en seco y lo intentaban ayudar pero el desgraciado hombre aquel levantaba un brazo intentando asirse a cualquier cosa y poco a poco la tierra lo engullía sin que nadie pudiera hacer nada. 
   Sé que es un pensamiento un poco negativo pero así nos sentimos muchas veces. Caminando entre el peligro, en fila india todos porque hemos elegido muchas veces unas relaciones en las que practicamos un autismo selectivo y vamos con el miedo de encontrarnos con esa gran inestabilidad que supone que el suelo se mueva, y lo que es peor, que te trague.
   Yo creo que el encontrar los dones y las cualidades que nos adornan no es suficiente para alejarnos de esta soledad que continuamente nos está amenazando en este tiempo de crisis, económica y de todo tipo. Creo que se trata  mucho más de autenticidad, de implicación, de buscar las cosas que verdaderamente nos hacen felices, las personas que nos acompañen de verdad, y una vez descubierto todo esto comprometernos sin miedo en proyectos de vida que nos vayan a enriquecer mucho más interiormente que a nuestros bolsillos, igual todo lo que digo suena a idealismo puro y duro pero creo que con lo corta que es la vida es más rentable ser feliz, que ser rico. 
   Me encantaría ser la directora de YO, S.L,  pero sólo si esta empresa estuviera muy lejos de transitar  por esas arenas movedizas que me han aterrorizado desde pequeña. 

martes, 26 de agosto de 2014

Amores de Tango



   En 1932 el escritor británico Aldous Huxley, un pensador y crítico de la sociedad, escribió su libro más famoso Un mundo feliz. Este fantástico libro que nos ofrece una visión pesimista de la sociedad y que predice el desarrollo de la tecnología reproductiva -las mujeres no engendran sus hijos, son engendrados fuera del útero materno- nos habla de un mundo en el que la familia, la diversidad cultural, la religión, la literatura, las ideas y sobre todo el Amor, han sido erradicados. Supuestamente este es el mundo ideal, el mundo feliz, aquel en el que no hay necesidad de pensar, de soñar y tampoco de amar.
   A veces me pregunto si no sólo en el tema de la reproducción Huxley ha sido un vidente, porque todos conocemos la existencia de muchas aplicaciones a las que podemos tener acceso a golpe de teclado, en las que es posible encontrar sexo virtual o citas sin ton ni son. Habrá excepciones como en todas las cosas de esta vida pero lo cierto es que queremos un mundo feliz, quedar con alguien a la carta después de ver un catálogo de caras y cuerpos de personas reales que se muestran  con o sin pudor, tener sexo sin que exista la seducción, el cortejo ni el romanticismo. Y después intentar no tener ningún tipo de sentimiento  por esos individuos que pasan por nuestras vidas sin pena ni gloria, que  la incertidumbre y el vértigo que da el amor no genera felicidad. También está el  sexo virtual parte de nuestro mundo actual "felicísimo".
 -Hola mi amor ¿estás sola?.- pregunta él al otro lado del teclado.- ¿Dime cómo estás vestida? -continúa el amante virtual...
   El maestro Sabina cantaba en una canción , todos se miran, nadie se toca, y de eso se trata de no tocarse, sobre todo de no tocarse el corazón.
   Yo debo ser un poco básica porque siempre me han encantado los amores de tango. El tango, ese maravilloso género musical de alma nostálgica que a ritmo de bandoneón nos emociona, y nos saca la pasión, refleja como ninguna otra música o melodía la capacidad que tiene el ser humano de apasionarse, enloquecerse y soñar con el amado.
   Prueben a sentir un amor de tango es muy triste pero es inolvidable, volar sin alas, vivir intensamente viendo el final a la vuelta de la esquina. No existe la virtualidad, los amantes desnudos se visten de caricias.
   Dice un tango evocando un recuerdo:

   la esquina del herrero,
   barro y pampa
   tu melena de novia en el recuerdo,
   y tu nombre flotando en el adiós.

  No se pierdan el amor de tango, genera lágrimas y desconsuelo pero te hace sentir vivo. Cinco días de amor de tango son suficientes para espantar la rutina , el aburrimiento y el vacío existencial. La medicina contra lo virtual, contra el mundo feliz de Aldous Huxley, contra el mundo que nos va amenazando cada día más.

  

miércoles, 20 de agosto de 2014

La magia del Cabo de Trafalgar.






El sol se va poniendo y no puedo dejar de mirar el tranquilo y embelesante paisaje, la mirada queda fijada en el horizonte y parece que quiere uno descubrir allá a lo lejos los restos de la historia, siendo este el camino de tanta gente que ha pasado por aquí. Yo también he pasado por esta tierra muchas veces y vuelvo a ella una vez más, preguntándome como no había vuelto antes, porque te reconcilia con la vida esta luz y este mar.
Y pasaron por aquí los fenicios y cartagineses incansables navegantes... y luego los romanos que trajeron a su diosa Juno, que dio nombre al mes de Junio, diosa de la fertilidad y el matrimonio, hija de Saturno y esposa celosa de Júpiter. En su templo se hacían sacrificios tan cerca del mar que el mismo santuario también hacía las veces de faro.
Los árabes también quisieron dejar aquí su huella y en el sigo IX , construyeron una torre almenara de vigilancia. Pero el episodio que marcaría a este lugar para siempre es un suceso terrorífico y sangriento que contaré a continuación.
 En octubre de 1805 a las seis de la tarde comenzó una contienda en estas aguas entre las armada  franco-española y la inglesa. Más de cincuenta barcos, miles de hombres se disponían a luchar en una batalla feroz y sin sentido, como todas las batallas. Cosme Damián Churruca y Federico de Gravina  entre otros resultarían muertos en este episodio bélico, la mayor derrota que había sufrido la flota española, la gran derrota de la que nunca más se recuperaría. Por la noche una terrible tormenta haría el resto y muchas naves ya naufragaron definitivamente frente a aquella costa que había visto pasar a tantos pueblos. Los habitantes del lugar, gaditanos generosos, corrieron a socorrer a los miles de heridos que flotaban desesperados en las aguas.  También pereció el almirante inglés Nelson, que luchaba con todas sus condecoraciones, era muy fácil distinguirlo entre todos los demás combatientes porque las  medallas en su casaca brillaban en la distancia y le dispararon desde uno de los barcos contrarios en el combate. Su cuerpo muerto fue conservado en un barril lleno de vino hasta que llegó a Inglaterra y se hicieron los funerales con todos los honores. Pero para los ingleses, a pesar de perder a su mayor héroe naval y de las pérdidas de tantos hombres y barcos, aquella contienda significó el hacerse con la hegemonia del mar en aquella época, un triunfo cuyo eco duraría más de un siglo al derrotar a la grande y felicísima armada, como había llamado Felipe II a la armada española en otras batallas navales del pasado glorioso de España.
 La mayor y más importante plaza de la capital de Inglaterra se llamó a partir de entonces Trafalgar Square.
Aun hoy dicen los que observan los fondos marinos que quedan restos de todo ese horrible episodio, tétricos restos de barcos que descansan en los fondos del Cabo de Trafalgar.
 Benito Pérez Galdós narra la batalla en el primer capítulo de sus Episodios Nacionales, y habla Galdós con su magistral pluma de "ataúdes flotantes" refiriéndose a aquella masacre sin sentido.
 Y Luego vendría la construcción del faro, una torre de 34 metros de altura que vigilaría para siempre el cabo de Trafalgar.  En 1860  este estandarte de la comunicación, en una época sin GPS en la que esas torres de vigilancias tan recias y mágicas alumbraban a los navegantes y marinos que no se cansaban de buscar, explorar otras tierras y conocer otras gentes, se erigió blanco e imponente ante aquella costa llena de historia y de crueles tormentas del tiempo y de la vida.
Volver a Cádiz es siempre volver a un lugar lleno de olor a mar, de gente amable y de luz, es como volver a un sentimiento que siempre está dentro, guardado como un tesoro y una noche bajamos a la playa de madrugada para contemplar todo aquel escenario, que además a esas tardías horas está coronado de cientos de estrellas y a lo lejos se divisan las luces de África que parece que se encuentra a un paso de esta costa. Nos tumbamos sobre la arena de la playa a contemplar el cielo y el faro, a lo lejos, seguía iluminando incansablemente. A la vuelta encontramos a un misterioso hombre que fumaba solitaria y silenciosamente en la arena. Me pregunto ahora, si no sería algún alma en pena de cualquiera de los episodios que ha transcurrido en este lugar este fascinante y mágico cabo de Trafalgar.

viernes, 15 de agosto de 2014

I DON'T SOUND LIKE NOBODY.

   Tenía dieciocho años y granos en la cara que eran la señal inequívoca de que todavía habitaba en la complicada adolescencia.
   Tenía dieciocho años y muchos sueños de grandeza. Soñaba con ganar mucho dinero algún día, ser descubierto por alguien que realmente tuviera la capacidad de ver en él a un maravilloso artista aclamado por el público, que sus éxitos sonaran en la radio en aquellos programas que escuchaba por las noches de sábado con su familia, su madre, su abuela y su padre, allí sentados en la salita mientras que un loco que se llamaba Dewey Phillips radiaba una música que se acercaba cada vez más a la música negra,  aquello era el Sur.
   Muchos días frente al espejo se "esculpía" el pelo, su pelo castaño, casi rubio en el que se ponía distintos aceites y hasta vaselina para mantener aquel tupé que era una tendencia, aunque todo su estilo era mucho más recargado de lo que se podía usar, así era él. En el instituto todo el mundo pensaba que era un chico estrafalario, llevaba unas pintas un poco extrañas y encima andaba todo el día cargando con una desvencijada guitarra infantil que parecía estar siempre llena de canciones, sobre todo de baladas para ser cantadas en cualquier momento. Se diría que el muchacho estaba más cómodo cantando que hablando, porque hablar hablaba poco, era un chaval muy tímido e inseguro. Pero la determinación de "ser alguien" no desaparecía de su mente.
   En esos días de soñar despierto en su habitación mientras la radio sonaba con toda aquella música maravillosa, se veía a sí mismo cantando en el auditorio que estaba tan cerca de su casa y luego  conduciendo un gran coche, un Cadillac concretamente, -¿un Cadillac?-  ¿Cómo se podría comprar ese gran carro si muchos días no tenía dinero ni para pagar una coca cola?- No importa- se decía a sí mismo.  -Algún día lo conseguiré.-
   Cuando terminó el instituto consiguió un pequeño empleo conduciendo una furgoneta en una empresa de electricidad, empezaba de esta manera su incursión en el mundo de los adultos. Un día leyó que existía un local que le llamó poderosamente la atención. Fue tal vez en el periódico local en el que se publicitaba,


MEMPHIS RECORDING SERVICE, Nº 706 , UNION AVENUE.-SUN RECORDS.  
                     Lo grabamos todo en cualquier lugar y a cualquier hora.


   Durante varias semanas pasó por delante de aquel lugar y paraba enfrente del local. No se atrevía a entrar, a preguntar, quería grabar una de sus canciones favoritas, le regalaría a su madre la grabación ella estaría encantada de que le hiciera ese regalo, pero también quería oirse  y sobre todo que lo oyeran...
   Un día se armó de valor, se abrazó a la pequeña guitarra y atravesó la puerta de SUN RECORDS. Marion Keisker la secretaria casi no lo vió entrar, sentada detrás de una mesa recibía a los clientes y en aquel momento el muchacho era el único que se encontraba en las pequeñas dependencias del estudio de grabación. Lo saludó amablemente y el chico casi balbuceando le dijo que quería hacer una grabación para regalársela a su madre, ella le informó de los tipos de grabación que se hacían allí, el escogió la más barata, 3,84 dólares por un vinilo grabado por las dos caras. Dentro estaba Sam Phillips el hombre emprendedor, amante de la música que tampoco reparó en el chico o al menos eso le pareció al muchacho.
Cuando acabó de cantar sus canciones y estas quedaron grabadas  pasó a recogerlas por la mesa de la señora Keisker.  Entonces fue cuando el chaval le dijo.- señora si algún día necesitan a un cantante para algún grupo no dude en llamarme. -Muy bien chico.- le contestó Marion Keisker. -¿Qué estilo tienes hijo?, me refiero que a quién te pareces cantando, ¿cómo suenas? .- No sueno como nadie señora.- (I don ´t sound like nobody).
El chico esa noche volvió a tener sus premonitorios sueños en los que se veía cantando y siendo aplaudido por mucha gente. Pero ni en su sueño más disparatado y más fantasioso hubiera podido adivinar todo lo que pasaría después.
No sonaba como nadie efectivamente porque de él salió un sonido nuevo que era como un cóctel de distintas músicas, las que había estado escuchando desde que nació.
Todo lo que pasó después ya lo conocen.
Antes de marcharse Marion Keisker le preguntó al chico.-¿cómo te llamas muchacho?.- Elvis Presley señora.- le contestó.
Elvis no sonaba como nadie tal vez por lo que dijo John Lenon sobre él, que antes de Elvis en la música moderna, no existía nada.

sábado, 9 de agosto de 2014

Todo lo que encontré en La elegancia del erizo.

   Me llamo Renée. Tengo 54 años y soy portera. Soy viuda, bajita, fea, rechoncha y tengo callos en los pies.
   Así se presenta la protagonista de un libro que me ha cautivado este verano La elegancia del erizo, tal vez con esta descripción tan grotesca nadie pensaría que hay una historia fascinante detrás de una persona que se define a sí misma como el estandarte de la fealdad, pero reconozco que siento debilidad por estos personajes que parecen que no brillan en la sociedad, los olvidados y bien digo "parece" porque Renée Michel es uno de los personajes  más entrañables, inteligentes y maravillosamente sensibles que haya podido crear un escritor. En este caso se trata de una escritora Muriel Barbery,  una profesora de filosofía de la que he podido averiguar poquísimo tan solo que cuenta con  dos títulos en su carrera literaria y que este libro que me ocupa, ha alcanzado un éxito muy grande en todo el mundo.
   Hace tiempo leí en la novela La historia interminable de Michael Ende la definición de la pasión por leer. Sí, esa pasión que te hace llorar amargamente porque una historia maravillosa acaba y habías corrido aventuras con esas personas a las que habías admirado o por las que habías temido, esas personas que habitan entre las hojas de un libro. Eso me ha ocurrido con esta novela, es esa clase de libro que te hace reconciliarte con la literatura si los últimos ejemplares que habían llegado a ti en los últimos tiempos no te hicieron recorrer las líneas con deleite sino con pesadumbre y tedio.
   Pero ¿qué tiene esta historia que hace que te enganches? Pues es un relato que trata de muchos temas importantes para el ser humano. A través de los personajes, sobre todo de la portera Renée y de Paloma, una niña extremadamente inteligente que habita en el edificio en el que trabaja la señora Michel, hacemos un recorrido por el significado de la amistad, del Arte, de los libros, de la vejez o de la muerte. Ahí van varios ejemplos de cada uno de estos temas, en algunas de las líneas magistralmente escritas.

   El significado de la amistad para Madame Renée nos llega a través de una descripción hermosa y  así habla de su amiga Manuela, una mujer humilde pero que ella describe como una aristócrata por su elegancia innata, ¿qué es una aristócrata? -se pregunta Renée-, para ella una aristócrata es una mujer a la que la vulgaridad no alcanza pese a acecharla por todas partes. Y nos cuenta:
 Manuela es esa gran dama desnuda sin adorno ni palacios, sin la cual yo no habría sido más que una portera, mientras que por contagio, porque la aristocracia del corazón es una afección contagiosa, Manuela ha hecho de mí una mujer capaz de cultivar la  amistad.

   La portera hace esta reflexión sobre el arte:
   El arte es la vida, pero con otro ritmo. Sirve para darnos la breve pero fulgurante ilusión de la camelia (...) y nace de la capacidad que tiene la mente de esculpir el ámbito sensorial. Da forma y hace visibles nuestras emociones y, al hacerlo, les atribuye este sello de eternidad que llevan todas las obras que, a través de una forma particular saben encarnar el universo de los afectos humanos.

   Renée pese a su destino lleno de carencias y obstáculos era una autodidacta y una devoradora de libros y su experiencia cuando aprendió a leer se convirtió en algo apasionante...
   Por primera vez toqué un libro en mi vida. Había visto a los mayores de la clase mirar en ellos invisibles rostros, como si una fuerza los moviera a todos y, sumiéndose en el silencio, extraer del papel muerto algo que parecía vivo. Aprendí a leer sin que nadie se enterara. (...) La niña frágil se había convertido entonces en un alma hambrienta.

  La niña Paloma reflexiona sobre la vejez  (...) no hay que olvidarlo. Hay que vivir con la certeza de que envejeceremos y que no será algo bonito, ni bueno, ni alegre. Y decirse que lo que importa es el ahora, construir, ahora, algo, a toda costa, con todas nuestras fuerzas. Tener siempre en mente la residencia de ancianos para hacer que cada día sea imperecedero. Escalar cada uno su propio Everest y hacerlo de manera que cada paso sea una pizca de eternidad. Para eso sirve el futuro para conseguir el presente con verdaderos proyectos de seres vivos.

   Y la muerte como el destino definitivo pero también como la separación de nuestros seres queridos...
(...)esta mañana he comprendido lo que morir significa: en el momento de desaparecer quienes mueren para nosotros son los demás (...) Pero nunca más volveré a ver a los que quiero y si morir es eso, desde luego es la tragedia que dicen que es. 

   Aquí dejo estas maravillosas palabras encadenadas unas a otras. Como dijo Michael Ende yo sentí la pasión de leer al recorrer estas líneas. Reflexioné con lo que me transmitían los personajes, viví algo de sus vidas cuando iba pasando las páginas, llegaba cada mañana y cada tarde deseando proseguir con la lectura para reencontrarme con toda esa gente buena o no que me hicieron llorar, que me hicieron pensar en mi vida y me hicieron sentir tristezas, las mías, las de ellos...Pero sobre todo creo que la lectura de La elegancia del Erizo no puede dejar indiferente a nadie, porque después de leer este libro maravilloso es posible que algo dentro de nosotros haya cambiado.