sábado, 31 de mayo de 2014

¿Desayunamos en Tiffany? Truman Capote su literatura y la maravillosa pelicula de Blake Edward.



    En un viaje imaginario que hice a Nueva York en mi Vicio de Contar muchos meses atrás pasé por el escaparate de Tiffany. Era una mañana un poco gris y al igual que Holly yo también me llevé algo de comer mientras disfrutaba de la visión de ese suntuoso escaparate. Puede ser que yo tuviera uno de esos días rojos de los que ella hablaba, que no son días negros, tristes ni lluviosos, sino son días en los que el miedo se apodera de uno sin que nada se pueda hacer. Como antídoto a ese pánico incontrolable Holly se acercaba a Tiffany porque le daba la sensación de que allí nada malo podía pasarle. Yo quise hacer lo mismo en ese viaje de mi imaginación, probar a sentirme segura en aquel emblemático lugar. Desayunar en Tiffany es un sueño que todos hemos tenido después de ver la inolvidable película.
   Fue el escritor sureño Truman Capote el que creó el personaje de Holly Golightly. Pero en su novela esta mujer no era la versión edulcorada que nos ofrece la película de ella, en cuyo guión también intervino el escritor norteamericano, sino que se trata de un personaje mucho más torturado por la vida. Una mujer de vida liberal, que ejerce una prostitución encubierta hasta para ella misma, -se plantéa si el hecho de haber tenido once amantes es ya un indicativo de que está inmersa en ese antiguo oficio ya sin remisión-. La historia está contada por un escritor que se muda al edificio de la chica y que la observa desde la cercanía pero que al contrario de lo que ocurre en el film, nunca tiene nada con ella. Holly termina huyendo sin que nadie descubra su paradero porque ha estado relacionada con un delincuente y la justicia la busca por su complicidad en el delito de su amante.
   Truman Capote ha sido un escritor importante en la literatura norteamericana. Sus novelas retratan a personajes complicados con historias poco comunes. Su libro más reconocido fue una novela que está basada en un caso real A sangre fria que cuenta el asesinato de la familia Clutters de Kansas. Una historia para la que el autor estuvo más de cinco años investigando e indagando haciendo un trabajo que está entre la literatura y el periodismo. Este relato influyó posteriormente en el mundo de la prensa escrita  y se consideró el germen del género de la novela de no-ficción.
   Además de todo esto el personaje que me ocupa fue una persona integrada en la sociedad y la farándula americana, al igual que el artista contemporáneo Andy Warhol.
   El director de cine Blake Edward contó con la colaboración de Truman Capote para escribir el guión de la entrañable película. Edward está considerado como un director magistral de comedias, y aunque haya tocado muchos géneros diferentes en su cine, dirigió la trágica historia Días de Vino y Rosas que protagonizaron Jack Lemon y Lee Remick, es cierto que es en la comedia en donde más ha destacado y desde luego  siempre es más recordado por la película que me ocupa Breakfast at Tiffany`s, así como también por la saga de películas de La Pantera Rosa, las buenas y las malas y la magistral comedia protagonizada por Peter Seller, uno de sus actores fetiche, El guateque.
   Hay muchas curiosidades relacionadas con este largometraje que como siempre, hacen que su realización se convirtiera entre las casualidades y la genialidad de los que intervienen en  ella, en una película única.        Truman Capote propone como protagonista femenina a su gran amiga Marylin Monroe. Evidentemente el resultado hubiera sido bien diferente si  la sensual Marylin hubiera interpretado a este personaje alocado. Porque lo mágico de la historia es que la actriz protagonista no es una mujer  con aspecto de chica alegre, al contrario representa la fragilidad y la vulnerabilidad, hasta vemos en ella cierta pureza y enseguida nos solidarizamos con el personaje. Hay que pensar que en 1961, año en el que se estrena la película, el mundo no veía con buenos ojos a una mujer con una vida desordenada  pero a Audrey Hepburn se le podía perdonar todo con su aspecto angelical.
   Dicen que la rubia más famosa de la historia rechazó el papel porque ya no quería hacer de mujer "ligera de cascos" y Audrey Hepburn de entrada dudaba entre si aceptar o no porque no se veía en esa piel. Afortunadamente aceptó y ahí queda ese icono maravilloso de estilo que tantas veces vemos en fotografías y objetos de decoración, la imagen de la actriz, de origen belga por cierto, con su moño italiano y su vestido de Givenchy.
   El diseñador había realizado el vestuario de la película pensando en Katherin Hepburn, que no tiene nada que ver con Audrey, y cuando supo cual era la verdadera protagonista dicen que tuvo un enfado tremendo porque creía que aquella mujer era muy delgada para sus diseños. Pero hubo después de esta película una relación que duraría para siempre entre la casa de modas Givenchy y Audrey Herpburn, que era la elegancia y el estilo personificados.
   Otra relación mágica que comenzó en esta película fue la de el director Blake Edward y el fantástico compositor de origen italiano Henry Mancini.  Es en esta película en donde ambos trabajan juntos por primera vez y lo harían después en muchas ocasiones más. No olvidemos que Mancini compondría después la famosa banda sonora de la Pantera Rosa. Pero la canción Moon River  compuesta por el músico no es menos famosa. Como dato a destacar la película obtuvo dos oscar por la banda sonora y por mejor canción. Versionada hasta la saciedad, todos los mejores cantantes de la historia de la música la han cantado,  dicen que la mejor versión es la que canta Holly en la ventana, pequeña guitarra en mano, un turbante en la cabeza y ese aspecto triste bellísimo.
   Holly dice que en Tiffany nada malo puede suceder, pues te invito a desayunar allí. Cuando tengamos un día rojo, ya sabes, corramos a esa gran avenida y ante ese explendido escaparate soñaremos que todo lo malo está desterrado de nuestras vidas. Soñar es gratis y nuestros sueños nos dan libertad para vivir otras vidas.



lunes, 12 de mayo de 2014

Facebook, Twitter, Whatsapp, Instagram...¿ Qué red prefieres?

   Tengo que reconocer que soy adicta entre otras muchas cosas a los Blogs. Además de tener este espacio tan mío, este vicio de contar, navego por los mundos de otros bloggers que me aportan mucha información de todo tipo. Ya en un post que colgué en el  2012, Y ¿qué es un Blog?  hablé de las características de  estos, cortos, amenos, relacionados con temas concretos normalmente, que no es el caso de mi vicio de contar, pero si es la generalidad. Por eso me gustan, en cualquier sitio te puedes leer ese texto que es como un flash de información, o un pensamiento de alguien que por un momento te engancha y te deja reflexionando. Este ha sido el caso del Blog que descubrí esta semana de la periodista Karelia Vázquez.  
   Se trata de un Blog que habla de las redes sociales y sus consecuencias. Es una persona muy documentada sobre el tema, además de una consumidora activa de este tipo de comunicación, que caracteriza a estas primeras décadas del siglo XXI. También en Marzo del 2013 en el post  Relaciones @.com. divagué sobre el whatsapp y la manera en que este sistema de mensajería instantánea nos estaba modificando la vida, porque no nos engañemos, todo está cambiando aunque seamos reacios a creer y a pensar en que las redes sociales están modificando nuestra manera de relacionarnos.
   De todos los post que pude leer de este estupendo Blog, cuyo  nombre es El Antigurú, refiriéndose al hecho de que nadie en las redes sociales puede ser un experto porque se trata de un fenómeno nuevo y cambiante, he anotado algunas cosas que me gustaría compartir aquí, porque  mucha gente y yo consumimos, nos relacionamos y vivimos esa vida virtual, paralela a nuestra vida real.
   Empiezo con las notas curiosas que encontré sobre el Facebook.  Marck Zuckrberg creó esta red social  a la que por cierto, le dan solo tres años más de vida, con la intención de que fuera un conector. Se trata de que los que tienen una cuenta abierta, pasen el mayor tiempo posible conectados. Es una comunidad instantánea, en esa comunidad hay amigos, conocidos, familiares, ex-novios, vecinos y demás especímenes. Se puede decir que el Facebook nos divide en dos tipos de personas, los que interactuamos  y los que no interactúan. Los primeros tienen un punto de exhibicionistas. Cuelgan fotos, muestran sus vidas, expresan  sus deseos.. "ya soy la superjefa" por ejemplo, como si internet fuera un oráculo en el que rezar y pedir lo que uno anhela fervientemente. Los segundos son aquellos que tienen una cuenta abierta pero no dicen ni mu. Parece que no están, pero sí están. Son los nuevos cotillas, portería on-line. Cotilleo digital pero ahora este cotilleo no es descubierto. Antaño había una cortina que se movía lentamente en un cuarto piso y detrás de aquella tela vaporosa, había una persona oculta mirando  la hora en que llegaba la vecina alocada. En estos momentos millones de personas en el mundo están entrando en el muro de su ex pareja, ex amigo o ex jefe y nadie lo sabrá. Así que como decía la autora del Blog al que me referí al principio de este artículo, la tecnología se ha puesto al lado del cotilleo.
   Sobre el Whatsapp ya hablé como dije antes el año pasado, cuando me llamó la atención el comentario de una amiga que me decía que el chico que le gustaba, la había bloqueado y por tanto la había expulsado de su vida, asi, silenciosamente. Parece que estar bloqueado por alguien es estar en un limbo, estar en ningún lugar y no estar en el mundo del whatsapp, esta mensajería instantánea con la que practicamos la cháchara virtual, es como no existir. Las llamadas telefónicas empiezan a ser formas de comunicación arcaicas, o manifestaciones infinitas de amor, ¿qué sería de nosotros sin los emoticonos? porque  hay cosas que no se pueden expresar con palabras, necesitamos un emoticono para decir que estamos contentos,  tristes o aburridos... Esas conversaciones interminables de grupos que empezaron el dos de Enero y todavía no han terminado, ni terminarán... que además las podemos volver a leer en cualquier momento,¡ qué horror!, que quede constancia de todo lo que uno dice, como si estuviéramos en un juicio o en el Congreso de los Diputados.
   ¿Saben que se ha hecho un estudio en la Universidad Autónoma de México sobre la risa que se escribe en la mensajería instantánea? Pues sí como lo oyen, si ponemos jaja eso quiere decir que es una risa falsa. Si ponemos tres jajaja, la risa es auténtica, pero si escribimos jajajajaja es que estamos intentando adular a la persona con la que hablamos. Estos Ciberpsicólogos analizan todos los elementos que intervienen en nuestras ciberrelaciones, con nuestros ciberamigos en el ciberespacio.
   Al igual que mucha gente, hoy en día una mayoría,  yo también esculpí una imagen on line, y tengo esas chácharas interminables por el whatsapp con personas que se denominan lazy contacts (contactos perezosos sería la traducción) o sea amigos que no se lo curran, que utilizan muchos emoticonos para no mojarse  por ese carácter indefinido que tienen esos machanguitos. Pero me siguen encantando los bares, los lugares donde le puedes mirar  a alguien a los ojos, chocar su copa con la tuya y todas esas cosas que hacemos en los lugares en donde no hay WIFI, solo gente. Pero bueno si me dan a elegir, yo como Dios, quiero estar en todos lados.

 

domingo, 4 de mayo de 2014

Billie Holiday, Ella Fitzgerald, y Nina Simone las damas del jazz. Almas de Blues.

   No es ningún secreto que la música negra ha sido la que más ha influído en la música moderna desde el pasado siglo. Los cantos tribales de los esclavos, que fueron traídos al nuevo mundo transformados luego en canciones religiosas cantadas en esas misas de los domingos de las iglesias del sur de Estados Unidos, traspasaron el sentido religioso que poseían para hacerse eco en las ondas de la radio y llegar a todos los que las escuchaban en los años cincuenta, década en la que empezaron a forjarse los nuevos estilos musicales como el Blues, el Rhythm and Blues, el Soul y el Rock and Roll. Como dato curioso de esa época puedo mencionar la denominada autopista del Gospel. Una vía por la que se llegaba a los pueblos que recibían a cuartetos vocales compuestos por hombres y mujeres, que cantaban a cuatro voces una música religiosa. Gente que ganaba mucho dinero estos actuaban ante las comunidades negras principalmente, aunque también había cuartetos de blancos, y  tenían el cielo ganado. Me explico, aunque su vida en aquellos caminos fuera estupendamente pecaminosa, Dios los recibiría con gusto en el último momento.   Los ritmos ancestrales africanos, la música Country con esencias de la música celta, el Pop que empezaba a formarse en aquellos tiempos en los que en aquella parte del mundo, la bonanza económica hacía su aparición después de una segunda guerra mundial devastadora, se metieron en la misma coctelera y dieron lugar a todo lo que hoy conocemos y que sigue evolucionando interminablemente. No podemos olvidarnos de los estilos que han surgido en los últimos treinta años como el Funky, el Hip-Hop y el Rap.

   En todas estas fuentes han bebido las damas del jazz. Tres mujeres que pertenecieron a esta época y a estas comunidades negras en un mundo en que la que la segregación racial era una puerta cerrada a las oportunidades en el país donde se decía que los sueños se hacían realidad. Faltaba decir que esos sueños solo podían ser realizados por blancos. Pero ya sabemos desde la época de Jericó y sus murallas, que cayeron religiosamente cuando por indicación divina sonaron unas trompetas, que no hay paredes que la música no pueda derrumbar.

   Billie Holiday nació en Filadelfia su nombre real era Eleanora Fagan pero siempre fue conocida como Lady Day. Una mujer que vivió cuarenta y cuatro años tan intensos como su manera de cantar, principal característica de su voz, no tan privilegiada como la de Ella Fitzgerald pero pocas cantantes han transmitido tanto en este arte. De niña ejerció la prostitución y al poco tiempo empezó a actuar en clubs nocturnos de Nueva York. Siempre fue consumidora de drogas y la imagen que tenemos de ella con flores blancas en el pelo y esa expresión ida en su mirada nos recuerda que tuvo una gran influencia en la desaparecida Amy Winehouse, aunque también fue admirada por cantantes tan distintos como Frank Sinatra o Janis Joplin.
Decían que cantaba despacio, como si estuviera cansada y probablemente fuera así, saboreaba cada nota y sentía ese cansancio eterno de los que viven tan deprisa.
La canción Strange Fruit, elegida por la revista Time como una de las canciones mas importantes del siglo XX, la llevó al éxito. Se trata de un poema triste y amargo que habla de la gente del sur.

   Ella Fitzgerald nació en Newport News, la llamaban The first lady of Song. Cantante con una perfecta técnica vocal aunque falta de la pasión de Lady Day en canciones con contenido dramatico. De vida difícil también desde los dieciséis años empieza a actuar en clubs y enseguida fue descubierta y tuvo mucho éxito. Ganadora de trece premios  Grammy, su repertorio es inmenso y cantó todo tipo de música no solo jazz también Blues, Bossa nova, Calipso o Pop.

   Finalmente Nina Simone nacida en Carolina del Norte como Eunice Waymon le debe su nombre artístico a un apodo cariñoso de un novio hispanoparlante que la llamaba Niña y al nombre de la actriz francesa Simone Signoret. Niña prodigio que toca el piano desde los cuatro años, no escapa de la influencia de la música religiosa desde pequeña en la comunidad a la que pertenecía, también de estilo apasionado, voz muy particular y personalidad altanera. Abandonó Estados Unidos desde que mataron a Martin Luther King, cansada del racismo.
 
   Tres mujeres negras que han marcado a muchos artistas de épocas posteriores pero que se caracterizan por utilizar la música como un medio de salvación, de comunicación a través del cual poder expulsar los demonios que nos invaden a todos a lo largo de nuestra vida, en eso tal vez radicaba su arte... cantar para no morir, para mostrar el desacuerdo con el mundo y sus injusticias, para expresar el desamor y la pasión  y para después de morir no ser olvidado.