Leyéndome un artículo de Antonio Muñoz Molina que trataba sobre la capacidad de contar que tiene el ser humano, se me vinieron muchas cosas a la cabeza. El autor describía esa capacidad como una "fatalidad genética", no como algo que le pueda interesar a personas ávidas de adquirir conocimientos o cultura. Contar es nuestra costumbre, una necesidad y hasta un "vicio".
Nos enganchamos a cualquier historia que está llena de vida y queremos escuchar el desenlace, no podemos dejar de oir como llega el final de unos males o de una felicidad. Entre más disparatada sea esa vida, más nos cautiva.
En mi paseo diario por la playa de Las Canteras escuché a un hombre de mediana edad que le decía a una mujer que estaba sentada a su lado:
-yo te amo y te quiero.
El hombre hablaba de una manera muy apasionada y yo no pude evitar escuchar o mejor dicho, no quise no escuchar. La mujer permanecía callada, hechizada creo yo más bien ante el peso de aquella manifestación de sentimientos.
Mi mente empezó a divagar y empecé a imaginar quienes serían aquellos personajes reales, si su amor era nuevo o si ya llevaban toda una vida juntos.
Contar y escuchar se trata de eso. Relatamos cada día pasajes de nuestra vida a nuestros amigos, a nuestra familia y a nuestros amores y vamos colocando al narrar esta las cosas en un sitio tal vez diferente incluso del que tenían cuando las vivimos. Quizá nos hacemos más héroes, más protagonistas, o más débiles de lo que realmente somos. Con cada cuento nos reinventamos. Escribimos diarios y nos contamos a nosotros mismos y en la penumbra de la noche, cuando la ciudad se va apagando y vamos oyendo como pasan por debajo de nuestra ventana los últimos coches, el camión de la basura y hasta la moto de nuestro vecino del quinto que viene ya de vuelta... nosotros refugiados bajo las sábanas, abrazados a nuestro amor vamos contando quienes somos y quienes queremos ser. Mientras ese alguien nos escucha y se va construyendo una idea probablemente equivocada de nosotros. Como se trata de contar y ese es también mi vicio, me apunto con este Blog a compartir parte de mis palabras, en la mayoría de los casos con más dudas que certezas y todo esto porque yo no soy diferente al resto y mi afán como el del hombre apasionado de la playa, como el de todo el mundo es sacar lo que uno lleva dentro hasta que como decía un autor con una frase un poco dramática pero que siempre me impactó: "contar hasta que un puñado de tierra nos tape la boca".
Bien, bien, Bien
ResponderEliminarMe ha gustado mucho,esta prImera entrega de"El vicio de contar". Espero q sigas animada y nos sigas dando maaassss.
ResponderEliminarFelicidades viciosa...!!
ResponderEliminarMe he sentido identificada con tu narración y quizás algún día indirectamente sea protagonista!
Supongo que, lo primero, es agradecer que alguien, y mas siendo amiga, me haya constatado, al fin, que mi "vicio de contar", es "una fatalidad genética", alivia mi verano que mi coartada predilecta haya encontrado acomodo publico y publicado. "Eso" respecto de los títulos del blog y del articulo-ensayo. Respecto del contenido, y absolutamente sustraído por la ligera y cautivadora prosa de la posible pasión de amigo, durante su lectura, he viajado por universos de protagonistas anónimos viviendo experiencias comunes aunque particulares,y por los cercanos que me identifican y atañen como " hombre de mediana edad" que soy. Y "eso", viajar por imaginarias intimidades publicas y privadas, ajenas y propias, es algo que hago desde que tuve uso de razón, incluso cuando no la uso. Agradezco tus letras como un peregrino la posada ansiada, como un fotógrafo el paisaje y el paisanaje, como un discjokey el tema perfecto. Y como un lector agradece el universo, cada vez mas necesario, por donde viajar en la acompañada soledad de la lucidez compartida. Espero las próximas entregas, gracias por tu generosidad.
ResponderEliminarDeseando leer más. Siempre me gusta escucharte y me quedo embelesada escuchando tus anécdotas y vivencias. Ahora más y mejor tenerlas plasmadas, para leerlas las veces que quiera. Será un placer estar "a pié de página" para leerte siempre. Besitos cuñi.
ResponderEliminar¡Enhorabuena amiga!
ResponderEliminarSe que esta nueva andadura es una gran fuente de ilusión para ti, por lo que te felicito por llevarla a cabo, siempre ha sido un vicio escucharte y ahora también lo será leerte.
Besos
Me rio mucho con tus lokuras y ahora me encanta leer tu cordura No dejes nunka de escribir Se me hace larga la espera para tu proxima entrega.Muchos muakiiiissss
ResponderEliminarMuy bueno Bea. Me gusta mucho tu forma de escribir. Hace que te enganches y eso es buena señal.
ResponderEliminarEn cuanto a lo de contar, tienes toda la razón. Comparto la idea de que debemos comunicarnos y contar. Es la forma más sana de ejercitarnos socialmente. Un abrazo.
Me encanta que te hayas embarcado en este viaje. Alguien como tú que ama las letras y palabras y a veces hasta lo que quieren decir, seguro disfrutará haciendo precisamente eso, escribiendo. Has creado algo con lo que te identificas y sientes realizada, te felicito mi Amy Waynijaus ;-) Te leeré con mucho gusto. MUAK!
ResponderEliminargracias teacher
EliminarPrecioso!!! Bea me encanta, yo ya conocia esta faceta tuya y me encanta. Ya tengo lectura para este verano.
ResponderEliminarDebora
Precioso!!! Bea me encanta, yo ya conocia esta faceta tuya y me encanta. Ya tengo lectura para este verano.
ResponderEliminarDebora
Hey hey... aki el profe del tablero te manda unas lineas para ke veas ke por fin ya le eche un vistazo a tu blog y me mola mazo...
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