Comienzo de curso: ¡Bienvenidos al cole! ¡hola profe! Abrimos el libro por la página 1. Profe que dice Carlitos que fue a la playa. ¡Silencio por favor! Busquen la página 5. Profe, Carlitos me pegó. Yo no fui profe, es mentira.
No se peleen, todos somos amigos. Y ¿qué hay que hacer en la página 5? ¿Ustedes no escuchan lo que yo les digo? ¡Aquí hay muchos sordos!
¡Feliz Navidad profe! ¡Felices fiestas chicos!
Abran el libro por la página 10. Yo no entiendo lo que hay que hacer profe. ¿En qué planeta estabas cuando yo estaba explicando? Yo aquí profe.
SI-LEN-CIO.
Página 15. No la encuentro profe. Pero ¿cómo te vas a enterar de algo si no se callan? y...¿qué había que hacer aquí profe?
Los de aquel rincón ¿a qué hora empezó esa fiesta? Cuenten el chiste y nos reímos todos. Es que Carlitos dijo ¡hola! y nos hizo gracia.
Página 20, no lo digo más lo he repetido cuatro veces. Pero profe ¿aquí hay que copiar? Hay que pensar para eso también usamos la cabeza, no sólo para llevar el pelo, pero por favor ¿quién está haciendo ese ruido y con quéeee? Es carlitos profe, con la boca profe ¿en este problema hay que multiplicar o hay que dividir? Te lo explico una vez más y los de aquel rincón ¿ya terminaron? no ya veo, es que no han empezado... pues si no terminan, no hay recreo. Ya terminamos profe. Lo ven, si cuando ustedes quieren...
Vamos a la última página... Aquí se multiplica ¿verdad profe? Si carlitos se multiplica muy bien, los de ese rincón que están tan animados, les aseguro que ¡los voy a echar mucho de menos estas vacaciones! (se les ilumina la cara y con una sonrisa en los labios me contestan) NOSOTROS TAMBIÉN A TI, PROFE.
¡FELIZ VERANO CHICOS! HASTA EL PRÓXIMO CURSO PROFE.
viernes, 28 de junio de 2013
miércoles, 12 de junio de 2013
La sala X
Cuando era niña estudie en un colegio de monjas. Un colegio que tenía algo bastante particular: su ubicación.
Ese centro de "piadosas" y "castas" monjitas estaba situado en la zona más bulliciosa y pecaminosa de la isla, el Parque de Santa Catalina.
Corrían los años 70 y Gran Canaria empezaba con el boom turístico, que no sólo tuvo lugar en el sur sino que también se produjo en la capital, concretamente en la zona de la que estoy hablando y en toda la parte cercana a a la fantástica playa de Las Canteras. Así que mis primeros años escolares fueron bastante divertidos ya que el lugar era de lo más variopinto y curioso.
Las primeras discotecas se encontraban a la vuelta de la esquina, como una sala que tenía un letrero de colores que decía Fantasy y la famosa Cacatúa. Nos rodeaban edificios de apartamentos llenos de extranjeros , principalmente nórdicos. También son de esa época las maravillosa cafeterías que todavía sobreviven, la Casa Suecia y La Tetera, que en aquellos años me llamaban mucho la atención y ahora me siguen gustando. Y Ricardo el bar de perritos calientes y hamburguesas nació también en ese entonces, que era muy internacional tener bares de comida rápida.
Así que mientras las beatas monjas nos obligaban a abrocharnos el último botón de la camisa y subirnos aquellos horrorosos calcetines marrones hasta la rodilla, por la puerta de la escuela paseaban las suecas en short y camiseta y los relaciones públicas repartían tarjetas para hacer propaganda a las salas de fiesta de la zona. En alguna ocasión alguna pareja de extranjeros se llegó a acercar a mi soltándome un flamante billetito marrón de 100 pesetas. Eran otros tiempos y los niños estábamos muy poco vigilados. Nunca olvidaré el enfado de mi madre cuando le enseñé mi preciado tesoro y me dijo muy indignada si aquella gente se creía
que no teníamos para comer y nos daban limosnas, tal vez tenía razón mi madre pero mi alegría de niña , por haber conseguido un tesoro de los vikingos se esfumó como el humo.
Pero de todos los lugares extraños que encontrabas por la zona había uno que a mi me despertaba mucho más la curiosidad, se trataba de una Sala X.
Tardé muchos años en comprender que era aquello de X ya que cuando empecé el colegio era una niña pequeña de preescolar, pero acabé la E.G.B. a principios de los años 80 y en ese tiempo pude entender perfectamente lo que se cocía en ese lugar.
Ahora me pregunto el porqué de ese nombre, tal vez será como los Rayos X que los llamaron así porque no encontraron otra manera mejor para nombrarlos y se quedaron con esa consonante. Puede ser que con esto sucediera igual, de la misma forma que hay "salas recreativas" o "salas de espera" pues "salas X" y andando, todo el mundo entendía, no hubiera sido muy acertado llamarlas "salas de urgencias".
El caso es que estábamos en un país que empezaba a abrir su mente a lo bueno, a lo malo y a todo en general y recibiendo nosotros a tanta gente de fuera, algunos empresarios montaron este tipo de locales.
Yo pasaba cada día delante de aquel lugar en la guagua y mis ojos se iban sin yo quererlo a la puerta, que era grande y pesada. De vez en cuando veía salir de allí a un coreano despistado, que salía de nuestro glorioso muelle, con las flotas de Korea y había llegado hasta allí guiado por el instinto. También llegué a ver salir de la misma puerta negra y acolchada a uno que tenía pinta de ser de ciudad alta y que hacía movimientos con el cuello para mirar hacía los lados y percatarse de que nadie lo pillaba al salir. Tal vez estaba trabajando por la zona y pensó en hacer una"argolla" en aquel peculiar lugar. Y es que la pornografía es como Avon llama a todas las puertas.
Siempre intenté imaginar como sería aquello por dentro, oscuro y con una alfombra roja, no tenía dudas pero lo que no me pude imaginar es que muchísimos años después atravesaria la misma puerta que yo con mis ojos de niña veía como la puerta del infierno.
Sucedió hace tres semanas. Un tio mío que es muy divertido y que ha estado en todos los altares del mundo de la noche, sabiendo que me gusta cantar me emplazó en un Karaoke, "para que no me perdiera la noche de los boleros". Decidí pasarme por allí con una amiga y cual fue mi sorpresa al ver que el karaoke estaba ubicado en el mismo local en el que tantos años había estado la sala X.
Tengo que reconocer que bajar por aquellas escaleras me costó bastante y que mientras bajaba iba deseando de todo corazón que al menos hubieran cambiado la moqueta. El lugar me pareció "el bar de la guerra de las Galaxias", cambió de actividad el espacio pero deben tener unas energías extrañas aquellas paredes para atraer gente rara.
Cuando la velada acabó por fin supe mientras salía que aquella era mi primera y última visita.
Al llegar a mi casa me puse a pensar si en ese local una vez que queda vacío y las luces están apagadas, se podrán escuchar los gemidos que han quedado atrapados entre las paredes, al fin y al cabo tantos años de orgasmos solitarios deben quedar en algún lugar.
Ese centro de "piadosas" y "castas" monjitas estaba situado en la zona más bulliciosa y pecaminosa de la isla, el Parque de Santa Catalina.
Corrían los años 70 y Gran Canaria empezaba con el boom turístico, que no sólo tuvo lugar en el sur sino que también se produjo en la capital, concretamente en la zona de la que estoy hablando y en toda la parte cercana a a la fantástica playa de Las Canteras. Así que mis primeros años escolares fueron bastante divertidos ya que el lugar era de lo más variopinto y curioso.
Las primeras discotecas se encontraban a la vuelta de la esquina, como una sala que tenía un letrero de colores que decía Fantasy y la famosa Cacatúa. Nos rodeaban edificios de apartamentos llenos de extranjeros , principalmente nórdicos. También son de esa época las maravillosa cafeterías que todavía sobreviven, la Casa Suecia y La Tetera, que en aquellos años me llamaban mucho la atención y ahora me siguen gustando. Y Ricardo el bar de perritos calientes y hamburguesas nació también en ese entonces, que era muy internacional tener bares de comida rápida.
Así que mientras las beatas monjas nos obligaban a abrocharnos el último botón de la camisa y subirnos aquellos horrorosos calcetines marrones hasta la rodilla, por la puerta de la escuela paseaban las suecas en short y camiseta y los relaciones públicas repartían tarjetas para hacer propaganda a las salas de fiesta de la zona. En alguna ocasión alguna pareja de extranjeros se llegó a acercar a mi soltándome un flamante billetito marrón de 100 pesetas. Eran otros tiempos y los niños estábamos muy poco vigilados. Nunca olvidaré el enfado de mi madre cuando le enseñé mi preciado tesoro y me dijo muy indignada si aquella gente se creía
que no teníamos para comer y nos daban limosnas, tal vez tenía razón mi madre pero mi alegría de niña , por haber conseguido un tesoro de los vikingos se esfumó como el humo.
Pero de todos los lugares extraños que encontrabas por la zona había uno que a mi me despertaba mucho más la curiosidad, se trataba de una Sala X.
Tardé muchos años en comprender que era aquello de X ya que cuando empecé el colegio era una niña pequeña de preescolar, pero acabé la E.G.B. a principios de los años 80 y en ese tiempo pude entender perfectamente lo que se cocía en ese lugar.
Ahora me pregunto el porqué de ese nombre, tal vez será como los Rayos X que los llamaron así porque no encontraron otra manera mejor para nombrarlos y se quedaron con esa consonante. Puede ser que con esto sucediera igual, de la misma forma que hay "salas recreativas" o "salas de espera" pues "salas X" y andando, todo el mundo entendía, no hubiera sido muy acertado llamarlas "salas de urgencias".
El caso es que estábamos en un país que empezaba a abrir su mente a lo bueno, a lo malo y a todo en general y recibiendo nosotros a tanta gente de fuera, algunos empresarios montaron este tipo de locales.
Yo pasaba cada día delante de aquel lugar en la guagua y mis ojos se iban sin yo quererlo a la puerta, que era grande y pesada. De vez en cuando veía salir de allí a un coreano despistado, que salía de nuestro glorioso muelle, con las flotas de Korea y había llegado hasta allí guiado por el instinto. También llegué a ver salir de la misma puerta negra y acolchada a uno que tenía pinta de ser de ciudad alta y que hacía movimientos con el cuello para mirar hacía los lados y percatarse de que nadie lo pillaba al salir. Tal vez estaba trabajando por la zona y pensó en hacer una"argolla" en aquel peculiar lugar. Y es que la pornografía es como Avon llama a todas las puertas.
Siempre intenté imaginar como sería aquello por dentro, oscuro y con una alfombra roja, no tenía dudas pero lo que no me pude imaginar es que muchísimos años después atravesaria la misma puerta que yo con mis ojos de niña veía como la puerta del infierno.
Sucedió hace tres semanas. Un tio mío que es muy divertido y que ha estado en todos los altares del mundo de la noche, sabiendo que me gusta cantar me emplazó en un Karaoke, "para que no me perdiera la noche de los boleros". Decidí pasarme por allí con una amiga y cual fue mi sorpresa al ver que el karaoke estaba ubicado en el mismo local en el que tantos años había estado la sala X.
Tengo que reconocer que bajar por aquellas escaleras me costó bastante y que mientras bajaba iba deseando de todo corazón que al menos hubieran cambiado la moqueta. El lugar me pareció "el bar de la guerra de las Galaxias", cambió de actividad el espacio pero deben tener unas energías extrañas aquellas paredes para atraer gente rara.
Cuando la velada acabó por fin supe mientras salía que aquella era mi primera y última visita.
Al llegar a mi casa me puse a pensar si en ese local una vez que queda vacío y las luces están apagadas, se podrán escuchar los gemidos que han quedado atrapados entre las paredes, al fin y al cabo tantos años de orgasmos solitarios deben quedar en algún lugar.
viernes, 31 de mayo de 2013
Microcuento IV. Historia de la luna B
La luna B decidió merodear y dar una vuelta alrededor del planeta J. Mientras iba girando marcando un insólito zig-zag, ya que no es un satélite que entienda de perfectas elípticas, se fue dando cuenta de que nadie en el planeta J se había percatado de su trayectoria y pensemos, qué es una luna sin alguien que la admire y diga eso de ¿ viste el pedazo de luna que salió hoy ?
Así que la luna B apagó la luz, recogió los bártulos, se hizo luna nueva y creyó que había que buscar otro planeta a quien merodear. Pero antes se apuntó en una academia para aprender a girar en elíptica y hacerse de esta manera una luna más común, que los inéditos "zigzales" no parecen tener mucho éxito en este complicado espacio sideral.
Así que la luna B apagó la luz, recogió los bártulos, se hizo luna nueva y creyó que había que buscar otro planeta a quien merodear. Pero antes se apuntó en una academia para aprender a girar en elíptica y hacerse de esta manera una luna más común, que los inéditos "zigzales" no parecen tener mucho éxito en este complicado espacio sideral.
lunes, 29 de abril de 2013
Curiosidades y opiniones sobre El Mago de OZ.
Se dijo que Lyman Frank Baum un padre de familia nacido en Nueva York había escrito su cuento El mago de Oz en 1899 con connotaciones político-sociales. Esta teoría tal vez provenga de que se trata de de una historia diferente y difícil de encasillar y además de que algunos elementos que aparecen en el cuento, como son el camino de las baldosas amarillas, identificados con el oro y por lo tanto con la riqueza, y los zapatos de plata que le son dados a la protagonista Dorothy Gale por el hada - en la película de rubí rojos- así como el pueblo donde todo comienza, situado en el Estado agrícola de Kansas, hicieron pensar que la chica seguía "el sendero hacia una economía mejor y a un mundo más rico del que provenía".
Pero lo que sí consiguió el autor, que por cierto no era escritor y este fue su primer cuento, es que todos los que hemos disfrutado de esta maravillosa historia en alguna ocasión, nos hemos sentido identificados con alguno o con varios de los cuatro personajes principales: el león que representaba la falta de valor, el espantapájaros que va en busca de un cerebro, el hombre de hojalata que no posee un corazón y Dorothy que al principio anhela la felicidad pero cuando sale de su casa se da cuenta de que ya era feliz y no lo sabía.
El mago de Oz es un cuento totalmente atemporal y que no le es indiferente a nadie. Es más yo diría que en estos tiempos que corren tiene aún mayor vigencia. El valor, los sentimientos, la "buena cabeza" y la búsqueda y creación de un hogar donde sentirnos seguros son nuestras principales inquietudes, lo fueron el siglo pasado y lo siguen siendo mucho más en este, sobre todo en esta época tan complicada en la que estamos inmersos.
El ser humano que es el animal más indefenso y frágil de todo los animales que pueblan el planeta Tierra, no solo necesita de muchos recursos psicológicos para poder sobrevivir óptimamente, además necesita de sueños que alcanzar -e incluso inalcanzables- que muchas veces son el motor que hace que continue la marcha.
Además de identificar a los personajes con nosotros mismos, también somos capaces de ver reflejados en la historia a gente que tenemos a nuestro alrededor, como la persona que huye de las situaciones adversas y es incapaz de enfrentarse a los problemas porque no tiene el coraje suficiente, el que se insensibiliza permanentemente por voluntad propia para no sufrir nunca más o el que vive de forma loca e irreflexiva para no tener que pensar en nada. También está el que anda buscando una quimera sin mirar lo que tiene cercano.
En 1939 se hizo una fantástica película que es hoy una obra de culto y que casi 75 años después sigue gustando a personas de cualquier edad. Los niños quedan embaucados por la trama -doy fe de ello- y si mañana decides verla no te va a defraudar.
Cuando descubrimos como se hizo este film nos damos cuenta de que en ocasiones una sucesion de casualidades unidas al trabajo bien hecho claro está, hacen que una obra se convierta en algo muy especial, en una obra maestra. Para mencionar algunas curiosidades de la película diré que participaron en ella cuatro directores entre ellos King Vidor -que hace también de actor- y Víctor Fleming, el mismo de Lo que el viento se llevó.
Fue rodada en blanco y negro y en lo que antes se llamaba Tecnicolor, para diferenciar el mundo real y rural de Kansas, del mundo fantástico en donde habitaba el Mago de Oz, un efecto innovador para la época y un recurso que se sigue usando hoy en día y nos sigue sorprendiendo.
Otro dato curioso es que la canción Somewhere over the rainbow que canta al principio de la película una joven Judy Garlan de dieciséis años, estuvo a punto de ser eliminada porque se consideraba muy lenta para un musical. Ese año ganó el Oscar a la mejor canción -la película también se llevó el Oscar a la mejor banda sonora- y ya sabemos que desde 1939 hasta hoy es la canción más cantada en EEUU.
Por otra parte una amiga me contó que el actor que interpretaba al hombre de hojalata murió a consecuencia de la pintura tóxica, que se utilizó para caracterizarlo, y es que en esta película se puso un interés desmesurado ya que se trataba del primer cuento en el que aparecían personajes y lugares propios de Estados Unidos. Antes de que se publicara esta historia en 1900, los cuentos que se contaban en este país eran europeos.
Una de las tantas moralejas que posee esta fábula proviene del "particular" mago de Oz. Se trata de un falso mago al cual todos van a buscar para pedirle un deseo y conseguir sus anhelos y él es un hombre normal que utilizando algunas estratagemas, como una gran careta y un artilugio que amplifica la voz, se hace pasar por un Gurú que en realidad lo único que hace es usar el sentido común.
La enseñanza consiste en que las soluciones están dentro de nosotros. El mago le dice a Dorothy, que deseaba volver a su casa, que ella siempre supo volver. No se trata de un acto de magia sino de buscar en nuestro interior la fuerza que necesitamos para conseguir lo que anhelamos.
Pues usemos el sentido común del Mago de Oz. No seamos el león sin valor, rebusquemos en nuestro interior y quitemos las telas de arañas a esos sentimientos escondidos y sobre todo busquemos la felicidad bajo nuestros pies.
Para no ser menos yo también me identifico mucho con esta historia y me he dado cuenta de que tengo una predilección extraña por los zapatos rojos. Debe ser que cada vez que me pongo unos me siento como una Dorothy que va en busca del lejano Arco Iris, donde dicen los soñadores y los locos que se encuentra la felicidad y es que no lo puedo remediar me gusta lo inalcanzable, ya lo dice la canción, SOMEWHERE OVER THE RAINBOW...
Pero lo que sí consiguió el autor, que por cierto no era escritor y este fue su primer cuento, es que todos los que hemos disfrutado de esta maravillosa historia en alguna ocasión, nos hemos sentido identificados con alguno o con varios de los cuatro personajes principales: el león que representaba la falta de valor, el espantapájaros que va en busca de un cerebro, el hombre de hojalata que no posee un corazón y Dorothy que al principio anhela la felicidad pero cuando sale de su casa se da cuenta de que ya era feliz y no lo sabía.
El mago de Oz es un cuento totalmente atemporal y que no le es indiferente a nadie. Es más yo diría que en estos tiempos que corren tiene aún mayor vigencia. El valor, los sentimientos, la "buena cabeza" y la búsqueda y creación de un hogar donde sentirnos seguros son nuestras principales inquietudes, lo fueron el siglo pasado y lo siguen siendo mucho más en este, sobre todo en esta época tan complicada en la que estamos inmersos.
El ser humano que es el animal más indefenso y frágil de todo los animales que pueblan el planeta Tierra, no solo necesita de muchos recursos psicológicos para poder sobrevivir óptimamente, además necesita de sueños que alcanzar -e incluso inalcanzables- que muchas veces son el motor que hace que continue la marcha.
Además de identificar a los personajes con nosotros mismos, también somos capaces de ver reflejados en la historia a gente que tenemos a nuestro alrededor, como la persona que huye de las situaciones adversas y es incapaz de enfrentarse a los problemas porque no tiene el coraje suficiente, el que se insensibiliza permanentemente por voluntad propia para no sufrir nunca más o el que vive de forma loca e irreflexiva para no tener que pensar en nada. También está el que anda buscando una quimera sin mirar lo que tiene cercano.
En 1939 se hizo una fantástica película que es hoy una obra de culto y que casi 75 años después sigue gustando a personas de cualquier edad. Los niños quedan embaucados por la trama -doy fe de ello- y si mañana decides verla no te va a defraudar.
Cuando descubrimos como se hizo este film nos damos cuenta de que en ocasiones una sucesion de casualidades unidas al trabajo bien hecho claro está, hacen que una obra se convierta en algo muy especial, en una obra maestra. Para mencionar algunas curiosidades de la película diré que participaron en ella cuatro directores entre ellos King Vidor -que hace también de actor- y Víctor Fleming, el mismo de Lo que el viento se llevó.
Fue rodada en blanco y negro y en lo que antes se llamaba Tecnicolor, para diferenciar el mundo real y rural de Kansas, del mundo fantástico en donde habitaba el Mago de Oz, un efecto innovador para la época y un recurso que se sigue usando hoy en día y nos sigue sorprendiendo.
Otro dato curioso es que la canción Somewhere over the rainbow que canta al principio de la película una joven Judy Garlan de dieciséis años, estuvo a punto de ser eliminada porque se consideraba muy lenta para un musical. Ese año ganó el Oscar a la mejor canción -la película también se llevó el Oscar a la mejor banda sonora- y ya sabemos que desde 1939 hasta hoy es la canción más cantada en EEUU.
Por otra parte una amiga me contó que el actor que interpretaba al hombre de hojalata murió a consecuencia de la pintura tóxica, que se utilizó para caracterizarlo, y es que en esta película se puso un interés desmesurado ya que se trataba del primer cuento en el que aparecían personajes y lugares propios de Estados Unidos. Antes de que se publicara esta historia en 1900, los cuentos que se contaban en este país eran europeos.
Una de las tantas moralejas que posee esta fábula proviene del "particular" mago de Oz. Se trata de un falso mago al cual todos van a buscar para pedirle un deseo y conseguir sus anhelos y él es un hombre normal que utilizando algunas estratagemas, como una gran careta y un artilugio que amplifica la voz, se hace pasar por un Gurú que en realidad lo único que hace es usar el sentido común.
La enseñanza consiste en que las soluciones están dentro de nosotros. El mago le dice a Dorothy, que deseaba volver a su casa, que ella siempre supo volver. No se trata de un acto de magia sino de buscar en nuestro interior la fuerza que necesitamos para conseguir lo que anhelamos.
Pues usemos el sentido común del Mago de Oz. No seamos el león sin valor, rebusquemos en nuestro interior y quitemos las telas de arañas a esos sentimientos escondidos y sobre todo busquemos la felicidad bajo nuestros pies.
Para no ser menos yo también me identifico mucho con esta historia y me he dado cuenta de que tengo una predilección extraña por los zapatos rojos. Debe ser que cada vez que me pongo unos me siento como una Dorothy que va en busca del lejano Arco Iris, donde dicen los soñadores y los locos que se encuentra la felicidad y es que no lo puedo remediar me gusta lo inalcanzable, ya lo dice la canción, SOMEWHERE OVER THE RAINBOW...
miércoles, 24 de abril de 2013
¡ Y por fín llegó Abril !
Siempre me ha llamado la atención los ríos de tinta que han corrido en torno al cuarto mes del año.
Poetas, músicos y locos han cantado a este mes que parece que es único, mágico, que está cargado de lunas plenas, luminosas, lleno de noches en las que se respira otro aroma diferente al que nos envuelve el resto del año.
Tardes de Abril, noches de Abril, lunas de Abril... cuántas historias comenzaron de esta manera ubícándonos en ese tiempo que parece que está envuelto por una atmósfera que sólo existe ese mes.
Se ha querido relacionar el nombre de Abril con el verbo Abrir, tal vez porque en ese tiempo se "abre" la primavera. Siempre ha sido considerado como un mes "revoltoso", cambiante. Un tiempo en el que se mezclan los días de invierno con los nuevos días soleados.
Sube la temperatura, florecen los campos, vuelan los insectos, algunas aves retornan de su exilio invernal pero sobre todo la subida térmica desencadena un ritmo ascendente de la savia y de la sangre. El sabio refranero popular se hace eco de esta reverberación de la naturaleza: en abril cortas un cardo y te crecen mil.
Pero ya dije que los poetas se han encargado de exaltar este momento del año en el que parece que renacemos, o al menos deberíamos renacer.
Antonio Machado lo tenía muy presente en muchos de sus poemas al ser un hombre que amaba el campo y en su poesía encontramos estos versos:
Abril florecía
frente a mi ventana
entre los jazmines
y las rosas blancas.
En otro de sus poemas nos imaginamos ese día lluvioso y melancólico:
Son de abril las agual mil.
Sopla el viento achubascado
y entre nublado y nublado
hay trozos de cielo añil.
Parece que este mes es un personaje más en la poesía del poeta andaluz:
Era una mañana y abril sonreía
frente al horizonte dorado moría
la luna, muy blanca y opaca.
Pero no fue el único Antonio Machado el que se enamoró del mes de Abril. Otro andaluz Federico García Lorca vuelve a personificar este mes en su poesía :
¡ Abril divino, que vienes
cargado de sol y esencias
llena con nidos de oro
las floridas calaveras!
Y de los poetas andaluces a la poesía chilena con su máximo exponente Pablo Neruda. También se dejó hechizar por el mes de Abril pero no para reflejar el explendor de la vida, sino para expresar que cuando el amor se pierde siempre es peor que suceda en Abril. Con estos hermosos versos el poeta le dice a la amada:
Yo estaré tan lejano que tus manos de cera
ararán el recuerdo de mis ruinas desnudas.
Comprenderás que puede nevar en Primavera
y que en Abril las nieves son más crudas.
En este poema precisamente de Pablo Neruda se inspiró Joan Manuel Serrat al componer una de sus canciones más optimistas y poéticas:
Especialmente en Abril
se echa a la calle la vida,
y al corazón, como al sol,
se le alegra la mirada.
Especialmente en Abril
la razón se indisciplina
y como una serpentina
se enmaraña por ahí.
Tampoco este mes le fue indiferente al compositor de coplas granadino Carlos Cano, esta canción con una música que mezcla el fado portugués y la copla andaluza siempre me ha fascinado, ahí va un trocito de la letra, es otro canto a la vida y al mes más loado del calendario:
Abril para vivir, abril para cantar
Abril flor de la vida al corazón.
Abril para sentir abril para soñar,
Abril la primavera amaneció
la luna fue en abril, en Abril fue el amor
que un día entre rosas despertó.
Abril para vivir, Abril para soñar
Abril para encontrar un nuevo amor.
Y termino este recorrido poético con un poeta urbano que escribe su poesía en forma de canción y que identificó a este cuarto mes con la mismísima felicidad. ¿Quién no conoce esta letra archiconocida?
¿Quién me ha robado el mes de Abril?
¡Cómo pudo sucederme a mí! pero,
¿Quién me ha robado el mes de Abril?
lo guardaba en el cajón, donde guardo el corazón.
Pues mundo nos queda tan sólo una semana para que Abril "expire" y que no vuelva más hasta el año que viene. Así que salgamos a la calle, respiremos hondo, agudicemos todos los sentidos para percibir esa sensación, para impregnarnos de esa algarabía de la que hablan Machado, Lorca y Serrat.
Tengamos bien abiertos "los móviles" para recibir todos esos whatssaps de las personas que como nosotros, han entrado en "el trance de Abril", que la vida se vive una vez y que si tanta gente ha cantado a esta época, debe ser que algo nos rodea y hay que disfrutarlo.
Abril aunque yo no sea poeta, muéstrame a mí también tu cara complaciente.
Poetas, músicos y locos han cantado a este mes que parece que es único, mágico, que está cargado de lunas plenas, luminosas, lleno de noches en las que se respira otro aroma diferente al que nos envuelve el resto del año.
Tardes de Abril, noches de Abril, lunas de Abril... cuántas historias comenzaron de esta manera ubícándonos en ese tiempo que parece que está envuelto por una atmósfera que sólo existe ese mes.
Se ha querido relacionar el nombre de Abril con el verbo Abrir, tal vez porque en ese tiempo se "abre" la primavera. Siempre ha sido considerado como un mes "revoltoso", cambiante. Un tiempo en el que se mezclan los días de invierno con los nuevos días soleados.
Sube la temperatura, florecen los campos, vuelan los insectos, algunas aves retornan de su exilio invernal pero sobre todo la subida térmica desencadena un ritmo ascendente de la savia y de la sangre. El sabio refranero popular se hace eco de esta reverberación de la naturaleza: en abril cortas un cardo y te crecen mil.
Pero ya dije que los poetas se han encargado de exaltar este momento del año en el que parece que renacemos, o al menos deberíamos renacer.
Antonio Machado lo tenía muy presente en muchos de sus poemas al ser un hombre que amaba el campo y en su poesía encontramos estos versos:
Abril florecía
frente a mi ventana
entre los jazmines
y las rosas blancas.
En otro de sus poemas nos imaginamos ese día lluvioso y melancólico:
Son de abril las agual mil.
Sopla el viento achubascado
y entre nublado y nublado
hay trozos de cielo añil.
Parece que este mes es un personaje más en la poesía del poeta andaluz:
Era una mañana y abril sonreía
frente al horizonte dorado moría
la luna, muy blanca y opaca.
Pero no fue el único Antonio Machado el que se enamoró del mes de Abril. Otro andaluz Federico García Lorca vuelve a personificar este mes en su poesía :
¡ Abril divino, que vienes
cargado de sol y esencias
llena con nidos de oro
las floridas calaveras!
Y de los poetas andaluces a la poesía chilena con su máximo exponente Pablo Neruda. También se dejó hechizar por el mes de Abril pero no para reflejar el explendor de la vida, sino para expresar que cuando el amor se pierde siempre es peor que suceda en Abril. Con estos hermosos versos el poeta le dice a la amada:
Yo estaré tan lejano que tus manos de cera
ararán el recuerdo de mis ruinas desnudas.
Comprenderás que puede nevar en Primavera
y que en Abril las nieves son más crudas.
En este poema precisamente de Pablo Neruda se inspiró Joan Manuel Serrat al componer una de sus canciones más optimistas y poéticas:
Especialmente en Abril
se echa a la calle la vida,
y al corazón, como al sol,
se le alegra la mirada.
Especialmente en Abril
la razón se indisciplina
y como una serpentina
se enmaraña por ahí.
Tampoco este mes le fue indiferente al compositor de coplas granadino Carlos Cano, esta canción con una música que mezcla el fado portugués y la copla andaluza siempre me ha fascinado, ahí va un trocito de la letra, es otro canto a la vida y al mes más loado del calendario:
Abril para vivir, abril para cantar
Abril flor de la vida al corazón.
Abril para sentir abril para soñar,
Abril la primavera amaneció
la luna fue en abril, en Abril fue el amor
que un día entre rosas despertó.
Abril para vivir, Abril para soñar
Abril para encontrar un nuevo amor.
Y termino este recorrido poético con un poeta urbano que escribe su poesía en forma de canción y que identificó a este cuarto mes con la mismísima felicidad. ¿Quién no conoce esta letra archiconocida?
¿Quién me ha robado el mes de Abril?
¡Cómo pudo sucederme a mí! pero,
¿Quién me ha robado el mes de Abril?
lo guardaba en el cajón, donde guardo el corazón.
Pues mundo nos queda tan sólo una semana para que Abril "expire" y que no vuelva más hasta el año que viene. Así que salgamos a la calle, respiremos hondo, agudicemos todos los sentidos para percibir esa sensación, para impregnarnos de esa algarabía de la que hablan Machado, Lorca y Serrat.
Tengamos bien abiertos "los móviles" para recibir todos esos whatssaps de las personas que como nosotros, han entrado en "el trance de Abril", que la vida se vive una vez y que si tanta gente ha cantado a esta época, debe ser que algo nos rodea y hay que disfrutarlo.
Abril aunque yo no sea poeta, muéstrame a mí también tu cara complaciente.
jueves, 21 de marzo de 2013
Relaciones@.com
Un día una amiga se me plantó delante y con ojos de drama me dijo: me ha bloqueado.
Tengo que admitir que me costó un poco ubicar la afirmación porque en principio pensé en un bloqueo sentimental, tal vez ella y su pareja no hablaban lo suficiente, también podría ser un bloqueo sexual, intenté imaginar, las cosas entre dos son muy complicadas. Pero mi amiga tuvo que haber adivinado todas mis elucubraciones y añadió la palabra mágica,-del whatssap, me ha bloqueado en el whatssap-.
Pues si que era peliaguda la cosa porque ¿qué puedes hacer en ese caso? Comunicación cortada, borrada del ciberespacio si no borrada, "acallada". Me recordó ese estado a una película de Superman en la que los malos fueron incrustados en un cristal y vagaban errantes por el universo, metidos en un grito. Esto era algo parecido, un bloqueo comunicativo no puedes decir ni ¡ay! ni ¡Yo no fui! Y lo peor de todo no puedes ver a qué hora se conecta o desde cuándo no se conecta, porque la bendita aplicación nos ha convertido a todos en espías sin quererlo. Es curioso como alguien ve que te has conectado por última vez a las cinco de la mañana, a uno que le gusta trasnochar, y a las ocho te manda un mensaje diciendo ¿qué hacías despierto a esa hora? Y yo pregunto, si sabes que me acosté tarde porque te lo dijo el chivato,¿a qué me despiertas con un whatssap mañanero?
Por otra parte están los whatssap de grupo, esos chats imposibles que son una nueva manera de comunicarse y expresar "tonterías escritas". Y no porque las personas que los utilicen sean tontas, sino porque no te vas a poner a escribir grandes pensamientos con ese mini teclado incómodo, en el que solo te dan ganas de poner abreviaturas o expresiones como ¡ah!
Pero es muy frecuente estar esperando un whatssap de alguien que tal vez te interesa más de lo normal, mirar el móvil, ver ese circuito verde en la parte superior izquierda del aparato, abrir la aplicación y ¡zas!, el grupo que se denomina "los mudos en bicicleta" tiene 80 mensajes que tú ni has leído, ni piensas leer porque las últimas intervenciones son algo así como:
-yo te lo dije.
-Jajjjajaja.
-Ya me parecía a mí.
-Jajjjajaja.
Ante esta conversación tan inteligente ni te planteas ir hacía atrás, a leerte los setenta y pico mensajes anteriores y te sientes reconfortado de no entrar en semejante comunicación. Te vas a dormir tranquilamente y a la una de la madrugada te suena el whatssap. Lo abres pensando en algo importante y te aparece la risa enlatada de uno de "los mudos" que acaba de llegar a su casa y sí, se acaba de leer los 80 mensajes y le han hecho gracia.
Además de la situación de mi amiga, también hay otra similar que es que alguien te borre del facebook, que deje definitivamente de ver tus fotos desde el año 2009 en que abriste la cuenta para no poderla cerrar jamás en la vida, porque es muy difícil desaparecer de una cuenta de esa red social. Que por cierto para los que lo necesiten, hay una empresa que se llama teborro.com un dato muy significativo y que nos hace comprender como se está poniendo de complicado desaparecer totalmente de internet.
Pero si alguien te ha desterrado de su vida y ya no formas parte de sus contactos del whatssap ni de sus amigos del facebook, pues tal vez sea hora de volver a la prehistoria y probar a tener relaciones antiguas en las que la gente hablaba cara a cara, y no a través de emoticonos y pictogramas, en las que dábamos palmaditas en la espalda, apretones de manos, picábamos un ojo, mirábamos con picardía y deseo o hasta con desprecio. El mundo en que nos visitábamos para compartir café y conversación, teníamos vidas individuales no conectadas a máquina alguna. Y si nos sucedían cosas no le sacábamos fotos al suceso para mandárselas corriendo a alguien, sino que teníamos que esperar a llegar a casa y ante la cena, contábamos lo acontecido en el día.
Y tal vez sea yo la persona menos indicada para hablar de esto ya que soy una consumidora de todas las redes y aplicaciones existentes, pero si es en cuestión de relaciones personales, prefiero mil veces lo real a lo virtual.
En la copla andaluza que me apasiona "Las cinco farolas" del maestro Juan Solano, la amante hablaba de la vereda que su amor tomaba para visitarla y decía:
"Entre su casa y mi casa la vereda madre, no cría hierba".
Cuando su amor la abandona llora desconsolada:
"La veredita madre, está cuajada de hierba, cuaja de hierba". El amor ya no la visita, ya no la escucha ni la quiere.
Esto es lo mismo que me dijo mi amiga con lágrimas en los ojos pero con el lenguaje de este siglo XXI -Me ha bloqueado en el Whatssap-.
Si el maestro Juan Solano levantara la cabeza y oyera esta conversación no sabría de lo que estamos hablando, aunque curiosamente sea de lo mismo que él escribió en su fantástica copla.
Tengo que admitir que me costó un poco ubicar la afirmación porque en principio pensé en un bloqueo sentimental, tal vez ella y su pareja no hablaban lo suficiente, también podría ser un bloqueo sexual, intenté imaginar, las cosas entre dos son muy complicadas. Pero mi amiga tuvo que haber adivinado todas mis elucubraciones y añadió la palabra mágica,-del whatssap, me ha bloqueado en el whatssap-.
Pues si que era peliaguda la cosa porque ¿qué puedes hacer en ese caso? Comunicación cortada, borrada del ciberespacio si no borrada, "acallada". Me recordó ese estado a una película de Superman en la que los malos fueron incrustados en un cristal y vagaban errantes por el universo, metidos en un grito. Esto era algo parecido, un bloqueo comunicativo no puedes decir ni ¡ay! ni ¡Yo no fui! Y lo peor de todo no puedes ver a qué hora se conecta o desde cuándo no se conecta, porque la bendita aplicación nos ha convertido a todos en espías sin quererlo. Es curioso como alguien ve que te has conectado por última vez a las cinco de la mañana, a uno que le gusta trasnochar, y a las ocho te manda un mensaje diciendo ¿qué hacías despierto a esa hora? Y yo pregunto, si sabes que me acosté tarde porque te lo dijo el chivato,¿a qué me despiertas con un whatssap mañanero?
Por otra parte están los whatssap de grupo, esos chats imposibles que son una nueva manera de comunicarse y expresar "tonterías escritas". Y no porque las personas que los utilicen sean tontas, sino porque no te vas a poner a escribir grandes pensamientos con ese mini teclado incómodo, en el que solo te dan ganas de poner abreviaturas o expresiones como ¡ah!
Pero es muy frecuente estar esperando un whatssap de alguien que tal vez te interesa más de lo normal, mirar el móvil, ver ese circuito verde en la parte superior izquierda del aparato, abrir la aplicación y ¡zas!, el grupo que se denomina "los mudos en bicicleta" tiene 80 mensajes que tú ni has leído, ni piensas leer porque las últimas intervenciones son algo así como:
-yo te lo dije.
-Jajjjajaja.
-Ya me parecía a mí.
-Jajjjajaja.
Ante esta conversación tan inteligente ni te planteas ir hacía atrás, a leerte los setenta y pico mensajes anteriores y te sientes reconfortado de no entrar en semejante comunicación. Te vas a dormir tranquilamente y a la una de la madrugada te suena el whatssap. Lo abres pensando en algo importante y te aparece la risa enlatada de uno de "los mudos" que acaba de llegar a su casa y sí, se acaba de leer los 80 mensajes y le han hecho gracia.
Además de la situación de mi amiga, también hay otra similar que es que alguien te borre del facebook, que deje definitivamente de ver tus fotos desde el año 2009 en que abriste la cuenta para no poderla cerrar jamás en la vida, porque es muy difícil desaparecer de una cuenta de esa red social. Que por cierto para los que lo necesiten, hay una empresa que se llama teborro.com un dato muy significativo y que nos hace comprender como se está poniendo de complicado desaparecer totalmente de internet.
Pero si alguien te ha desterrado de su vida y ya no formas parte de sus contactos del whatssap ni de sus amigos del facebook, pues tal vez sea hora de volver a la prehistoria y probar a tener relaciones antiguas en las que la gente hablaba cara a cara, y no a través de emoticonos y pictogramas, en las que dábamos palmaditas en la espalda, apretones de manos, picábamos un ojo, mirábamos con picardía y deseo o hasta con desprecio. El mundo en que nos visitábamos para compartir café y conversación, teníamos vidas individuales no conectadas a máquina alguna. Y si nos sucedían cosas no le sacábamos fotos al suceso para mandárselas corriendo a alguien, sino que teníamos que esperar a llegar a casa y ante la cena, contábamos lo acontecido en el día.
Y tal vez sea yo la persona menos indicada para hablar de esto ya que soy una consumidora de todas las redes y aplicaciones existentes, pero si es en cuestión de relaciones personales, prefiero mil veces lo real a lo virtual.
En la copla andaluza que me apasiona "Las cinco farolas" del maestro Juan Solano, la amante hablaba de la vereda que su amor tomaba para visitarla y decía:
"Entre su casa y mi casa la vereda madre, no cría hierba".
Cuando su amor la abandona llora desconsolada:
"La veredita madre, está cuajada de hierba, cuaja de hierba". El amor ya no la visita, ya no la escucha ni la quiere.
Esto es lo mismo que me dijo mi amiga con lágrimas en los ojos pero con el lenguaje de este siglo XXI -Me ha bloqueado en el Whatssap-.
Si el maestro Juan Solano levantara la cabeza y oyera esta conversación no sabría de lo que estamos hablando, aunque curiosamente sea de lo mismo que él escribió en su fantástica copla.
domingo, 3 de marzo de 2013
Microcuentos III. La Mudanza.
Hubo una época en la que mi sueño más feliz era mudarme. Mi paraíso onírico consistía en ver una pila de cajas embaladas y un montón de hombres fuertes vestidos de riguroso azul, cargándolas y llevándolas a un gran camión que me llevaba a "Villa Libertad". Y el momento había llegado. Allí me encontraba yo en medio de aquel salón ya vacío, de paredes desconchadas y desnudas buscando en ellas como una arqueóloga los restos de mi pasado. La imagen desoladora que había adquirido la casa al quedarse vacía y el sonido de mis pasos que resonaban en todo aquel triste espacio me causaron pena. Me acordé entonces de un día en que paseando por una calle leí en la pared de una antigua casa una frase que alguien había escrito con un spray de tinta: "en esta casa se ha amado mucho". ¿Qué pondría yo en estas paredes para que alguien supiera cómo se ha vivido aquí? Tal vez escribiría: "esta casa ha sido mi hogar y mi prisión". Es el único espacio que ha sido mío y sin embargo es el único cautiverio que he conocido en mi vida. Pero no iba a escribir nada en las paredes, en aquel lugar todo estaba dicho y vivido. Con todos estos pensamientos en la mente me fui acercando a la puerta en la que me detuve para echar el último vistazo, la última mirada intentando no convertirme en estatua de sal. Entre lágrimas y suspiros logré cerrar la puerta por fin. Nunca he sabido si aquel llanto era de pena o de felicidad. Siendo animales de costumbres como somos a veces estamos aferrados a los cautiverios en los que vamos cayendo en la vida sin darnos cuenta. Aceleré el paso después de cerrar aquella puerta para siempre y entonces mi percaté de que me sentía más ligera, notaba como si me hubieran salido alas en los talones como Aquiles, aquel héroe que estaba tocado por la mano de los dioses. Yo también empezaba a notar que mi suerte había cambiado, los dioses por fin estaban de mi parte y me sentí bendecida por ellos.
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