domingo, 3 de marzo de 2013

Microcuentos III. La Mudanza.

Hubo una época en la que mi sueño más feliz era mudarme. Mi paraíso onírico consistía en ver una pila de cajas embaladas y un montón de hombres fuertes vestidos de riguroso azul, cargándolas y llevándolas a un gran camión que me llevaba a "Villa Libertad". Y el momento había llegado. Allí me encontraba yo en medio de aquel salón ya vacío, de paredes desconchadas y desnudas buscando en ellas como una arqueóloga los restos de mi pasado. La imagen desoladora que había adquirido la casa al quedarse vacía y el sonido de mis pasos que resonaban en todo aquel triste espacio me causaron pena. Me acordé entonces de un día en que paseando por una calle leí en la pared de una antigua casa una frase que alguien había escrito con un spray de tinta: "en esta casa se ha amado mucho". ¿Qué pondría yo en estas paredes para que alguien supiera cómo se ha vivido aquí? Tal vez escribiría: "esta casa ha sido mi hogar y mi prisión". Es el único espacio que ha sido mío y sin embargo es el único cautiverio que he conocido en mi vida. Pero no iba a escribir nada en las paredes, en aquel lugar todo estaba dicho y vivido. Con todos estos pensamientos en la mente me fui acercando a la puerta en la que me detuve para echar el último vistazo, la última mirada intentando no convertirme en estatua de sal. Entre lágrimas y suspiros logré cerrar la puerta por fin. Nunca he sabido si aquel llanto era de pena o de felicidad. Siendo animales de costumbres como somos a veces estamos aferrados a los cautiverios en los que vamos cayendo en la vida sin darnos cuenta. Aceleré el paso después de cerrar aquella puerta para siempre y entonces mi percaté de que me sentía más ligera, notaba como si me hubieran salido alas en los talones como Aquiles, aquel héroe que estaba tocado por la mano de los dioses. Yo también empezaba a notar que mi suerte había cambiado, los dioses por fin estaban de mi parte y me sentí bendecida por ellos.

5 comentarios:

  1. haz descrito exactamente lo que senti cuando yo me fui de mi casa esa casa donde vive toda clase de vivencias tanto buenas como muy malas y con tus palabras me has trasportado a ese momento. ESCRIBES MUY BIEN PORQUE EXPRESAS LAS COSAS MUY CLARAMENTE ME GUSTA UN BESO

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  2. Sergio Gutiérrez3 de marzo de 2013, 20:03

    Amiga muy bonito.
    Como siempre te digo "hay que soltar lastre" para que te salgan alas en los pies como a Aquiles.
    Mira que mudarse es un follón, pero también un recomienzo.
    Besos

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  3. El camino. Lo importante siempre es El Camino. Aunque apetezca tener un "refugio" donde reponerse. Pero sin dejarnos llevar por esa imposición social de que hay que tener "una casa en propiedad". Mejor elegir ese "refugio", ese "nido", esa "guarida", ese "hogar", según las circunstancias de nuestra vida. Sin ataduras.
    Buen camino, Bea, buen camino...

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  4. Toda mudanza conlleva cambios en las vidas... buenos o malos... y en ocasiones tener coraje para dar el paso... Besitos

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  5. Muy buena descripción sobre una mudanza. Los cambios siempre dan esa incertidumbre que se refleja en el texto, pero, a veces, son necesarios. Un abrazo.

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