domingo, 4 de mayo de 2014

Billie Holiday, Ella Fitzgerald, y Nina Simone las damas del jazz. Almas de Blues.

   No es ningún secreto que la música negra ha sido la que más ha influído en la música moderna desde el pasado siglo. Los cantos tribales de los esclavos, que fueron traídos al nuevo mundo transformados luego en canciones religiosas cantadas en esas misas de los domingos de las iglesias del sur de Estados Unidos, traspasaron el sentido religioso que poseían para hacerse eco en las ondas de la radio y llegar a todos los que las escuchaban en los años cincuenta, década en la que empezaron a forjarse los nuevos estilos musicales como el Blues, el Rhythm and Blues, el Soul y el Rock and Roll. Como dato curioso de esa época puedo mencionar la denominada autopista del Gospel. Una vía por la que se llegaba a los pueblos que recibían a cuartetos vocales compuestos por hombres y mujeres, que cantaban a cuatro voces una música religiosa. Gente que ganaba mucho dinero estos actuaban ante las comunidades negras principalmente, aunque también había cuartetos de blancos, y  tenían el cielo ganado. Me explico, aunque su vida en aquellos caminos fuera estupendamente pecaminosa, Dios los recibiría con gusto en el último momento.   Los ritmos ancestrales africanos, la música Country con esencias de la música celta, el Pop que empezaba a formarse en aquellos tiempos en los que en aquella parte del mundo, la bonanza económica hacía su aparición después de una segunda guerra mundial devastadora, se metieron en la misma coctelera y dieron lugar a todo lo que hoy conocemos y que sigue evolucionando interminablemente. No podemos olvidarnos de los estilos que han surgido en los últimos treinta años como el Funky, el Hip-Hop y el Rap.

   En todas estas fuentes han bebido las damas del jazz. Tres mujeres que pertenecieron a esta época y a estas comunidades negras en un mundo en que la que la segregación racial era una puerta cerrada a las oportunidades en el país donde se decía que los sueños se hacían realidad. Faltaba decir que esos sueños solo podían ser realizados por blancos. Pero ya sabemos desde la época de Jericó y sus murallas, que cayeron religiosamente cuando por indicación divina sonaron unas trompetas, que no hay paredes que la música no pueda derrumbar.

   Billie Holiday nació en Filadelfia su nombre real era Eleanora Fagan pero siempre fue conocida como Lady Day. Una mujer que vivió cuarenta y cuatro años tan intensos como su manera de cantar, principal característica de su voz, no tan privilegiada como la de Ella Fitzgerald pero pocas cantantes han transmitido tanto en este arte. De niña ejerció la prostitución y al poco tiempo empezó a actuar en clubs nocturnos de Nueva York. Siempre fue consumidora de drogas y la imagen que tenemos de ella con flores blancas en el pelo y esa expresión ida en su mirada nos recuerda que tuvo una gran influencia en la desaparecida Amy Winehouse, aunque también fue admirada por cantantes tan distintos como Frank Sinatra o Janis Joplin.
Decían que cantaba despacio, como si estuviera cansada y probablemente fuera así, saboreaba cada nota y sentía ese cansancio eterno de los que viven tan deprisa.
La canción Strange Fruit, elegida por la revista Time como una de las canciones mas importantes del siglo XX, la llevó al éxito. Se trata de un poema triste y amargo que habla de la gente del sur.

   Ella Fitzgerald nació en Newport News, la llamaban The first lady of Song. Cantante con una perfecta técnica vocal aunque falta de la pasión de Lady Day en canciones con contenido dramatico. De vida difícil también desde los dieciséis años empieza a actuar en clubs y enseguida fue descubierta y tuvo mucho éxito. Ganadora de trece premios  Grammy, su repertorio es inmenso y cantó todo tipo de música no solo jazz también Blues, Bossa nova, Calipso o Pop.

   Finalmente Nina Simone nacida en Carolina del Norte como Eunice Waymon le debe su nombre artístico a un apodo cariñoso de un novio hispanoparlante que la llamaba Niña y al nombre de la actriz francesa Simone Signoret. Niña prodigio que toca el piano desde los cuatro años, no escapa de la influencia de la música religiosa desde pequeña en la comunidad a la que pertenecía, también de estilo apasionado, voz muy particular y personalidad altanera. Abandonó Estados Unidos desde que mataron a Martin Luther King, cansada del racismo.
 
   Tres mujeres negras que han marcado a muchos artistas de épocas posteriores pero que se caracterizan por utilizar la música como un medio de salvación, de comunicación a través del cual poder expulsar los demonios que nos invaden a todos a lo largo de nuestra vida, en eso tal vez radicaba su arte... cantar para no morir, para mostrar el desacuerdo con el mundo y sus injusticias, para expresar el desamor y la pasión  y para después de morir no ser olvidado.

 


3 comentarios:

  1. Sergio Gutiérrez6 de mayo de 2014, 2:47

    Amiga gracias por esta fonda de cosas bellas, que es tu blog, lugar donde parar y disfrutar siempre. Hoy las grandes del soul y el blues, me encanta Nina Simone y su "my baby just cares for me".
    Fantasticas artistas irrepetibles.... como tú.
    Besos

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  2. Genial!!! Tres divas y tú la cuarta, amiga!

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  3. Genial!!! Tres divas y tú la cuarta, amiga!

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