lunes, 14 de abril de 2014

CANTO A LA VIDA.

   El recuerdo más lejano que mi mente puede alcanzar es el de unas manos cálidas y amorosas que acariciaban mi cabeza de niña que dormitaba en una pequeña cuna. Y a partir de ahí, la vida...ilusiones infantiles, tardes de juegos, días de mar y sol y esas manos siempre proporcionándome ese carburante,el calor para que mi motor no fallara nunca.
    Y la vida que empuja al primer amor maravilloso, al primer baile, al  primer beso ...y mis manos que se agarran a esas otras hermosas manos, tan recias y frágiles.
     Y la vida que sigue con sus robos y sus recompensas, con sus lágrimas y sus risas, y yo estrecho esas manos para continuar el camino, para poder levantarme en las caídas. Y siempre están ahí para mi, me hacen fuerte, son el antídoto de la soledad y el desconsuelo.
   El recuerdo más cercano e intenso que poseo es el de mis manos amantes, tristes y temblorosas acariciando tu cabeza de anciana que se esfuerza por existir un día más.
    Y a partir de ahí de nuevo la vida...
porque ese amor ha sido mucho y bueno, porque al final tus manos me hicieron fuerte, alegre y cálida. 
   Y le canto a la vida porque tus manos siempre tenderán a las mías y porque la vida maravillosa que tú me enseñaste a vivir, no se acaba con la muerte.

   

2 comentarios:

  1. lo mas bonito que le puedes haber dedicado tanto a ella como a ti..... precioso!!!

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  2. Gracias Bea por compartir esto conmigo. Tuvimos la suerte de tener madres maravillosas. Tuvimos la mala suerte de perderlas pronto. Porque siempre es pronto para perder a una madre.
    Pero somos afortunados por su legado, por el infinito amor que dejaron en nosotros.
    Ellas siguen aquí. De otra forma, pero siguen.

    En la habitación de al lado...

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