En 1932 el escritor británico Aldous Huxley, un pensador y crítico de la sociedad, escribió su libro más famoso Un mundo feliz. Este fantástico libro que nos ofrece una visión pesimista de la sociedad y que predice el desarrollo de la tecnología reproductiva -las mujeres no engendran sus hijos, son engendrados fuera del útero materno- nos habla de un mundo en el que la familia, la diversidad cultural, la religión, la literatura, las ideas y sobre todo el Amor, han sido erradicados. Supuestamente este es el mundo ideal, el mundo feliz, aquel en el que no hay necesidad de pensar, de soñar y tampoco de amar.
A veces me pregunto si no sólo en el tema de la reproducción Huxley ha sido un vidente, porque todos conocemos la existencia de muchas aplicaciones a las que podemos tener acceso a golpe de teclado, en las que es posible encontrar sexo virtual o citas sin ton ni son. Habrá excepciones como en todas las cosas de esta vida pero lo cierto es que queremos un mundo feliz, quedar con alguien a la carta después de ver un catálogo de caras y cuerpos de personas reales que se muestran con o sin pudor, tener sexo sin que exista la seducción, el cortejo ni el romanticismo. Y después intentar no tener ningún tipo de sentimiento por esos individuos que pasan por nuestras vidas sin pena ni gloria, que la incertidumbre y el vértigo que da el amor no genera felicidad. También está el sexo virtual parte de nuestro mundo actual "felicísimo".
-Hola mi amor ¿estás sola?.- pregunta él al otro lado del teclado.- ¿Dime cómo estás vestida? -continúa el amante virtual...
El maestro Sabina cantaba en una canción , todos se miran, nadie se toca, y de eso se trata de no tocarse, sobre todo de no tocarse el corazón.
Yo debo ser un poco básica porque siempre me han encantado los amores de tango. El tango, ese maravilloso género musical de alma nostálgica que a ritmo de bandoneón nos emociona, y nos saca la pasión, refleja como ninguna otra música o melodía la capacidad que tiene el ser humano de apasionarse, enloquecerse y soñar con el amado.
Prueben a sentir un amor de tango es muy triste pero es inolvidable, volar sin alas, vivir intensamente viendo el final a la vuelta de la esquina. No existe la virtualidad, los amantes desnudos se visten de caricias.
Dice un tango evocando un recuerdo:
la esquina del herrero,
barro y pampa
tu melena de novia en el recuerdo,
y tu nombre flotando en el adiós.
No se pierdan el amor de tango, genera lágrimas y desconsuelo pero te hace sentir vivo. Cinco días de amor de tango son suficientes para espantar la rutina , el aburrimiento y el vacío existencial. La medicina contra lo virtual, contra el mundo feliz de Aldous Huxley, contra el mundo que nos va amenazando cada día más.

Una vez mas me kito el sombrero ante ti.Si hicieras todo al mismo nivel de como escribes serias una persona perfecta en este planeta hecho y lleno de imperfecciones Me encanto estos amores de tangos dicen ke Amor no es akello ke keremos sentir Amor es akello ke sentimos sin kerer.No dejes de sentir y de hacer historias
ResponderEliminar¡Fantástico compañera! Un fuerte abrazo.
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